“Miles
de personas han sobrevivido sin amor, ninguna sin agua”, es determinante el
valor real que tiene el agua en el ser humano y los seres vivos, pues este
elemento de la naturaleza es el motor de todo lo que habita esta tierra, por lo
que debemos cuidarla, protegerla y mantenerla sana por nuestro propio
bienestar.
La
comodidad de tener en nuestras casas agua de uso común y potable para beber, ha
provocado una apatía con lo que sucede en nuestros ríos y mantos acuíferos,
todo esto ocasionado por nuestra propia negligencia de pensar que “si tenemos
agua todo está bien”.
Caso
concreto lo que sucede en el entristecido río de Tizatirla (río Coahuayana)
ubicado en Tuxpan, donde es evidente el daño que se le ha hecho durante años
con el cobijo de las autoridades correspondientes, pues basta verlo para
apreciar su severa contaminación, observando su color y percibiendo el fétido
olor que desprende, convirtiéndose en un foco de infecciones que se esparce por
toda la cuenca que recorre. Es urgente que se tomen las acciones pertinentes
para comenzar a sanear este hermoso río, que, a decir de los lugareños, antes
era posible bañarse e incluso beber sus aguas, pero esto cambio a raíz de que
las industrias comenzaron a verter sus desechos y de los municipios que, sin tratar
sus aguas residuales, las derramaron y siguen derramando a este río.
Un
grupo de ciudadanos de Tuxpan se están organizando para acabar con este
ecocidio, para colaborar con las autoridades y para denunciar a los que son
coparticipes de este daño irreversible que le hicieron a este noble río que
dotaba de agua limpia a Tuxpan, por lo que se están sumando voluntades y seguro
tendrán el apoyo de todo el pueblo del sur de Jalisco.
Es
importante que su objetivo sea central, pues son épocas electorales y no va a
faltar el candidato que quiera abanderar la causa, por lo que no debe
involucrarse aspirante alguno para este objetivo, y que sean los ciudadanos
libres los que estén llevando a cabo las acciones que crean pertinentes.
Es
momento de actuar, es momento de sumar esfuerzos en pro de la naturaleza, es
momento de dejar la apatía y comenzar a contribuir por un mejor planeta,
poniendo nuestro granito de arena para poder construir un mejor mundo para las
nuevas generaciones, donde los enfoques sean dirigidos a crear conciencia del
daño ecológico que se le está haciendo al río, además de proponer una solución
medida en objetivos a corto, mediano y largo plazo, así como organizarse
atreves de una asociación civil que represente la voz de todos los interesados
en mantener el bienestar de nuestro entorno natural, donde se encuentren
representadas todas las ideas que sumen en beneficio del río, y que esa
representación tenga la fuerza necesaria para sacudir las conciencias de las
autoridades que han permitido con sus acciones y omisiones este ecocidos que
hoy se vive en el río.
Exhorto
a todas las autoridades correspondientes, que, en el marco de sus facultades,
comiencen a trabajar en pro de la limpieza del río, y así mismo, comparto el
ideal de las mayorías, que, si no puede o no quieren realizarlo, RENUNCIEN.
Concluyo
con la siguiente frase “una gota de agua es más valiosa para un hombre
sediento, que un saco de oro”.
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