Juan
José Ríos Ríos
En
cuanto inició el año se comenzó a aumentar el costo de productos comestibles de
alto consumo, como las tortillas, y en combustibles la gasolina. El promedio
estimado de este incremento de precios oscila entre el 10 y 12 por ciento, y en
cuanto a los combustibles las gasolinas magna y Premium tienen una diferencia
mínima en el precio a que se vende al público por litro, ambos superan los 20
pesos cuando en otras ciudades y entidades el costo apenas sobrepasa los 17
pesos.
Son duda que estas libertades que se
toman quienes tienen a la venta los productos mencionados se debe en gran parte
a la falta de vigilancia y control oficial, cuando hay muchas quejas de
ciudadanos que denuncian recibir litros de menos en la carga que hacen en las
gasolineras para sus vehículos, sin que también sean atendidas y mucho menos
corregidas o sancionadas en su caso, y no hay de otra; o compras al precio que
te venden el producto o dejas de usar tu auto o camión.
Una buena forma de actuar en contra
de quienes encarecen los productos sería dejar de consumirlos, pero en la
práctica resulta imposible comer sin tortillas o en su presentación de tostadas
embolsadas, que es en donde más se aprecia el aumento de enero a la fecha, y
qué decir en cuanto a las gasolinas, sin ellas se paralizan todo tipo de
unidades que se mueven consumiéndola por lo que se está en total desventaja por
parte de los ciudadanos ante esta ventajosa actitud de los comerciantes y
empresarios que tienen las concesiones, en este caso de los combustibles
denominados fósiles.
Esta problemática ya ha sido
señalada cientos de veces pero hay respuesta oficial para atender y resolverla,
tampoco hay en la ciudad los suficientes establecimientos que puedan competir
con quienes tienen el control del mercado local, sea gasolina, diésel, gas o
cualquier otro producto de alto consumo, son prácticamente unos cuantos
concesionarios los que monopolizan su distribución y venta al público y en lo
que más de alguno vende a como mejor le parece y los hay quienes dan litros de
800 o menos mililitros, y el costo por litro supera la barrera de los 20 pesos.
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