Víctor
Hugo Prado
La
semana anterior el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE)
acordó esta prohibir al presidente Andrés Manuel López Obrador a temas de
comicios electorales en sus conferencias matutinas. El propósito es claro, no
dañar la equidad e imparcialidad de las próximas elecciones.
En
la sesión del pasado viernes 15 de enero, en medio de una larga discusión y
pese a la argumentación de los representantes de Morena de qué tal resolución
vulnera la libertad de expresión y el derecho a la información del ejecutivo
federal, por nueve votos a favor y dos en contra el INE determinó que López
Obrador deberá abstenerse de abordar o hacer valoraciones de los partidos
políticos.
El
acuerdo limita al ejecutivo federal a no abordar temas relacionados con el
ejercicio de las prerrogativas de los partidos políticos; financiamiento
público y acceso a radio y televisión; vida interna de los partidos nacionales
y locales; candidaturas de partidos; cargos de elección federal y local; etapas
del proceso electoral; frentes, coaliciones, alianzas; plataformas electorales,
campañas, estrategias electorales de cualquier fuerza política; y encuestas de
intención de voto.
El
acuerdo sustentado en los artículos de la Constitución ordena al presidente
Andrés Manuel López Obrador a ser neutral en sus opiniones emitidas en las
conferencias 'mañaneras' respecto a actores políticos, propone que el presidente y en extensión el
conjunto de servidores públicos que tienen el deber de neutralidad eviten
formular posicionamientos, expresiones y valoraciones que puedan ser favorables
o adversas respecto a cualquier actor político electoral, tanto en el ámbito
federal como local.
El
acuerdo complementa el mandato del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación (TEPJF) de que el Consejo General del INE elaborará los parámetros
que deberá ajustarse el presidente de la República durante sus conferencias
mañaneras, a fin de que no se afecten los principios de equidad e imparcialidad
en el proceso electoral, toda vez que el pasado 23 de diciembre criticó la
alianza integrada por el PAN, PRI y PRD para contender por las diputaciones del
Congreso Federal, a partir de la cual el PRD presentó la queja, debiendo
guardar imparcialidad política y no realizar desde la esfera del poder actos
propagandísticos que ponen en riesgo la imparcialidad de las elecciones.
Como
era de esperarse el presidente, los dirigentes de Morena y buena parte de sus
diputados han acusado al INE de querer coartar su libertad de expresión, de
informar y mantener una comunicación a través de las mañaneras. El asunto no es la existencia de la
Mañaneras, el asunto es utilizar una de las más importantes tribunas para
realizar actos de campaña partidaria como lo deja ver de manera permanente.
Desde el pulpito no se informa, se propagandiza, se divide y se alienta a los
partidarios. No por nada Elena Poniatowska en entrevista para Animal Político
un diario nacional al referirse de las mañaneras como un exceso y un abuso del
poder que ha provocado un hartazgo nacional”… una comedia de
equivocaciones.
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