Sandra
Gómez
Estimado
lector, a continuación, encontrara una narrativa de algunas de las ideas
principales de Burrhus Fréderic Skinner (n.1904-m.1990) psicólogo
estadounidense del neuroconductismo. Profesor de psicología de la Universidad
de Harvard, quien defendió una postura ambientalista radical, en contraposición
frecuente a las tendencias derivadas de las ciencias biológicas y cognitivas en
psicología. El Dr. Skinner a partir de 1930 propone nuevas formas para el
análisis de la conducta basado en sus observaciones primero con animales y
después con personas (1950). Sus teorías se centran en el modelo del
“condicionamiento operante” que es un tipo de aprendizaje en donde la conducta
se modificada por sus consecuencias. Derivado del aprendizaje obtenido de sus
observaciones con experimentos en animales, para el año de 1950 aplico ese
saber al reforzamiento a la educación, entre las que se encuentran las máquinas
de enseñar y los textos programados (Dicc. C.E., 2002, p.1286)
“Skinner
creía que solo se puede estudiar la conducta. A diferencia de la vida interior,
la conducta es observable, mesurable y perceptible con instrumentos de acopio
de datos” (p.363). Poder medir las conductas es una de las mejores formas de
revisar cuánto se ha aprendido.
Las
personas como alumnos empiezan a conocerse cuando aprenden a hacerse preguntas
y escuchan sus respuestas desde su propio interior. Los investigadores
aprendemos a leer entre las conductas la fuerza de la probabilidad; preguntamos
una y otra vez lo mismo de diferentes formas: si preguntamos ¿vas a ir?, ¿tienes
ganas de ir?, ¿tienes la intención de ir?, ¿consideras ir?, leemos más que un
sí o no; o bien si lo que buscamos es conocer su percepción llegada desde los
estímulos sensoriales podríamos preguntar: ¿ves eso?, ¿escuchaste eso?, ¿qué es
eso?; o bien desde los estímulos de su interior que simplemente le privan o
estimulan la atención, con preguntas como: ¿tienes hambre? o ¿tienes miedo? nos
dan una serie de respuestas del ambiente que dispone a la persona para el
aprendizaje; en otras palabras que la pone lista para recibir información.
“Skinner
concibió diversas maneras de observar, medir, percibir y comprender la
conducta. Su desconfianza en las explicaciones subjetivas, mentales,
intermediarias o ficticias lo llevo a basar sus ideas en la conducta observable
de los animales y de las personas” (p.363). A esto le llamamos INSTRUMENTOS de
medición que pueden aparecer de muchas formas, como exámenes con preguntas
abiertas, cerradas, ambas, o bien con la puesta en práctica de la técnica de
preguntas y estimulando las repuestas verbales, en las que los docentes y/o
padres leemos más allá de las palabras el lenguaje gesticular que acompaña al
mensaje hablado.
“En
vez de considerar a los individuos como agentes creadores e iniciadores,
Skinner sostenía que los antecedentes genéticos y ambientales controlan la
conducta de las personas” (p.363). En conclusión: “El viejo error consiste en
buscar la salvación de carácter de hombres y mujeres AUTÓNOMOS y no en los
MEDIOS SOCIALES surgidos en la evolución de las culturas y que ahora pueden ser
diseñados de manera explícita” (p.363)
En
el siglo XXI el aprendizaje que hemos recibido a través de las máquinas de
enseñar y los textos programados está a la orden del día; la incursión de la
televisión a mediados del siglo XX, la WEB a finales del siglo XX, y la
multiplicación de las Nuevas Tecnologías en el siglo XXI; son heredadas de esas
primeras propuestas del Dr. Skinner. A las máquinas de enseñar las podemos
llamar hoy computadoras con sus diferentes softwares y los textos programados
van desde los programas de televisión como Plaza Sésamo, Mr. Rogers; unido a
los propios contenidos publicados por la Secretaria de Educación Pública (SEP).
Los
medios sociales, en el presente 2020 son más intrusivos que hace 70 años; de aquí
que debemos retomar el “control del ambiente” para luego poner como META el
control de las conductas. En el presente existe mucha oferta de contenidos en
la WEB, deben pasar por un FILTRO si deseamos que sirvan como máquinas para
enseñar.
El
ambiente para el aprendizaje va mucho más lejos que el mero clima áulico, las
personas a cualquier edad aprendemos con y sin maestro y a pesar de este;
nuestro cerebro está dispuesto a aprender, únicamente requiere de estimulación,
a través de preguntas se puede despertar el interés genuino que genere la
motivación interna para el aprendizaje. Aquí el ROL principal del docente como
generador de las preguntas adecuadas y oportunas para obtener el aprendizaje
esperado.
Desde
luego que existe un antecedente genético, se nace con ciertas habilidades, y
con un temperamento que nos hace más o menos aptos para aprender a mayor
velocidad. La buena noticia es que la forma de reaccionar a nuestra
interpretación de aquello que percibimos es modificable con el reforzamiento y
que en consecuencia nuestra conducta es susceptible a ser modificada a la vez
que si bien se nace con ciertos talentos=inteligencias, estas también se pueden
y deben desarrollar para nuestro bien, lo que implica una conducta “controlada”
que nos permite aprender a nuestro propio ritmo, aprendiendo a hacernos las
preguntas adecuadas y a responder con honestidad ante nosotros mismos.
En
conclusión, el sistema escolarizado es deseable para el aprendizaje
sistematizado; las personas quienes hacen los planes y programas de estudio
disponen de los instrumentos necesarios para MEDIR nuestros saberes y
habilidades. Afirmo categóricamente que es cierto que se aprende fuera del
Sistema Educativo; pero también afirmo que los canales que proporciona el
aprendizaje escolarizado dan forma a la enseñanza sistematizada y validan los
eslabones necesarios para obtener los diferentes grados académicos.
Las
neurociencias han demostrado que el Ser Humano esta habido de APRENDER, pero
algunos de los estudios en Ciencias de la Educación han tenido dentro de sus
hallazgos lo difícil que es REAPRENDER, esto lo podemos traducir como que, si
desde nuestro inicio aprendemos algo FALSO, sin fundamento, erróneo, es muy
difícil quitarlo de nuestro saber y poner un conocimiento “nuevo” que le
sustituya. Esto me lleva a pensar que las conductas erradas de las personas
parten de reflexiones y/o saberes que no pueden ser abalados por las Ciencias
de la Educación.
No
podemos controlar la genética de nuestros antecesores, pero si podemos
controlar y reeducar a nuestro temperamento, a la vez que podemos y debemos
coadyuvar en el desarrollo de ambientes óptimos para el aprendizaje.
Le
invito a enseñar bien desde el inicio, seleccione el mejor de los sistemas de
enseñanza para su hijo, atienda a sus talentos o inteligencias, desarrolle sus
habilidades; siga algunos de los modelos pre-establecidos de enseñanza, no
sature; ponga atención a los detalles de las conductas observables de sus
hijos/alumnos; se aprende mejor cuando se asocia con una emoción y si además es
positiva el efecto a largo plazo es innegable.
Skinner
no consideraba a los individuos como agentes creadores e iniciadores; por el
contrario, yo creo que los humanos somos capaces de iniciar cambios y además
considero que la influencia de los padres y los primeros maestros desarrollan
en los niños el deseo inmenso de APRENDER y con ello crear desde esa
oportunidad de crecimiento que le identifica como individuo único e irrepetible.
En otras palabras, no es destino tu
genética ni tu ambiente; puedes cambiar si aprendes a controlar tu conducta; la
perseverancia y poder de elección unido a un guía-tutor adecuado hacen la
diferencia.
Hasta
la siguiente Historia de vida. Dra. Sandra Gómez Patiño.
Referencias:
Fadiman, J.; Frager, R. (2001). Teorías de la Personalidad. Oxford University
Press; México D.F. México. (capítulo 11. B.F. Skinner y el conductismo radical;
pp. 331-368.).
Diccionario
de la Ciencias de la Educación. (2002). Aula Santillana, México D.F.; México.
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