Sandra
Gómez
Estimado lector, no quería hablar más de esta
enfermedad que se ha llevado a tantas personas, sin distinguir edad, posición
social, nivel de estudios, características genéticas, etnias, religión (…),
todo aquello que nos divide en la vida, la muerte lo hace uno; ser
sobreviviente no es la mejor de las ideas, las secuelas de la enfermedad están
de la Chin/nada.
El
personal en los hospitales, tiene los ojos tristes, se ven las huellas del
combate al VIRUS AEREO, tienen quemaduras en sus rostros por la presión que
ejercen las cuerdas que sujetan sus barbijos; se les ve agotados, y
decepcionados al escuchar las “fiestas de la vergüenza”, muchos de ellos
también han perdido familiares y amigos, muchos de ellos no pudieron asistir a
fiestas navideñas o de año nuevo; hay quienes suspendieron bodas, y/o viajes;
mientras otros les exigen atenciones médicas, cuando ellos mismos no tienen lo
necesario para protegerse, desde equipo hasta medicamentos. Es fácil criticar,
pero pocos reconocen su responsabilidad en la propagación de la epidemia.
¿Qué
hay después de tener COVID-19? Créame o no; algunos dicen haber preferido morir
de una vez a morir poco a poco como lo hacen después de la infección. Los
dolores de cabeza no cesan, los mareos, la perdida de la memoria, la falta de
oxígeno…; más de 80 síntomas diferentes antes y después de ser portadores del
Corona Virus. Quienes se han infectado afirman que su vida cambio
completamente, han tenido que reaprender a “respirar”, han perdido toda
condición física.
Existe
un buen número de personas quienes ya se han infectado y fueron
“asintomáticos”, no tienen la certeza de haber sido contagiados por la falta de
pruebas; algunos de ellos sin embargo van a tener secuelas de la enfermedad de
por-vida.
Existen
algunos otros quienes vendieron e hipotecaron sus Bienes para reparar sus
Males, y aun así perdieron a su ser amado, en muchas ocasiones más de un
miembro de la misma familia. A un año de distancia, ¿Aún crees que a ti no te
va a dar COVID?, ¿Aún crees que debes seguir sin cuidarte y sin cuidar a los
demás?; ¿Aun crees que es una exageración el cerrar restaurantes, escuelas,
teatros, etc.?
Con
humildad te pido, cuídate y cuida a los demás, lávate con frecuencia las manos,
usa correctamente el barbijo, aséate al entrar a tu casa, deja los zapatos
fuera, lava y desinfecta latas y alimentos que ingresan a tu casa; de ser
necesario utiliza tu barbijo dentro de tu propio hogar.
Comprarte
un tanque de oxígeno no es la solución, el manejo del oxígeno se debe dejar en
manos de los médicos, no acapares un recurso que mal administrado es la muerte.
Ten a tu alcance un oxímetro digital, aprende a usarlo y ve al hospital si lo
requieres. El tiempo de respuesta de una persona certificada (médico), es la
diferencia entre la vida y la calidad de vida después del COVID.
Muchas
son las huellas físicas que deja el uso del barbijo, pero créalo o no la huella
de no poder velar a un ser amado, el no poder recibir un abrazo de consuelo, el
no poder sostener la mano de nuestro familiar enfermo, eso créame es una huella
emocional que marca su vida.
Hasta
la próxima Historia de Vida. Comparte y deja tus comentarios. Dra. Sandra Gómez
Patiño.
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