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miércoles, 13 de enero de 2021

Escuelas cerradas


 

 

Víctor Hugo Prado

 

 

Desde marzo del 2020 las escuelas del país han permanecido cerradas. En su defecto, la apertura ha sido mínima y sólo para realizar algunos trámites administrativos insalvables, para la realización de alguna práctica de laboratorio o taller que no puede hacerse desde casa o porque los alumnos, con limitado número de ellos simultáneamente, asisten a actividades de nivelación y asesoría.



Mancera, Serna y Barrios (2020) en un artículo publicado en el blog de educación de la revista Nexos, nos ilustran afirmando que “la pandemia ha dejado una huella sin precedente en materia educativa.  En el caso mexicano más de 35 millones de estudiantes y dos millones de docentes se vieron súbitamente privados del espacio escolar que es el lugar educativo por excelencia, obligando a la búsqueda de un replanteamiento rápido sobre cómo dar continuidad al quehacer educativo”.


Nos muestran como la educación a distancia adquirió una relevancia que quizás nunca había tenido. Caracterizándola, porque no requiere de la presencia de estudiantes y docentes en un mismo espacio. En las décadas recientes, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han ganado un lugar cada vez más relevante en la educación a distancia. Las TIC tienen ventajas sobre otros medios porque ofrecen comunicación bidireccional instantánea, en audio, video y datos. Asimismo, señalan “a diferencia de los medios tradicionales, las TIC permiten el acceso a contenidos prácticamente ilimitados, conversaciones virtuales entre múltiples personas, herramientas diversas y el procesamiento remoto de datos, entre otras ventajas. Por todas estas razones, no sorprende que ahora la educación a distancia se asocie con las TIC”.






En la circunstancia actual, donde el improbable regreso a clases establecido para el 25 de enero, se ve lejano. Por tanto, la pandemia seguirá obligando a maestros y alumnos a seguir trabajando a distancia. No está mal para muchos de los alumnos y maestros que en tiempo record han tenido que aprender sobre plataformas digitales y recursos tecnológicos para el aprendizaje, lo que en lustros no habían podido. Lo grave es que quienes tengan un mayor acceso a las TIC estarán en una ventaja sobre quienes tienen menor acceso. La pandemia mantendrá su efecto adverso a la igualdad de oportunidades. La denominada brecha digital está, sin duda, ligada a la añeja desigualdad del país, el efecto en los aprendizajes logrados lo habremos de comprobarlo cuando la evaluación de éstos se lleve a cabo mediante pruebas estandarizadas nacionales. Por lo pronto, a seguir trabajando con el amor y la pasión que ha caracterizado a los profesores, pese a las dificultades sanitarias, tecnológicas, de contenidos, familiares y espaciales que conlleva el trabajo educativo en casa. 




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