El
Volcán/CUSur
Durante
el confinamiento por COVID-19, la nutrición se ha visto afectada tanto de
manera directa con la población como en el ámbito educativo-formativo de los
profesionales de la salud. En el Centro Universitario del Sur, la Licenciatura
en Nutrición aborda el estudio desde cuatro áreas principales: la nutrición
clínica, la comunitaria o poblacional, los servicios de alimentos y las
ciencias de los alimentos. De acuerdo con la maestra Patricia Curiel Curiel,
Coordinadora de la Licenciatura en Nutrición del CUSur, la nutrición clínica y
la poblacional han sido las que más cambios han tenido.
La telenutrición ha ido en aumento en el ámbito
profesional clínico, “se ha presentado dificultad del trato presencial, pues
las restricciones de distancia impiden el contacto directo con los pacientes;
se han tenido que adaptar para cumplir con los tratamientos, lo que ha
beneficiado el auge de la telenutrición: la consulta del paciente a distancia.
Es importante incorporar el uso de las tecnologías como herramienta para la
profesión del nutriólogo en el plan educativo, pues estos cambios llegaron para
quedarse”.
En cuanto a la nutrición poblacional, ha habido un
incremento de la obesidad por el sedentarismo, los trabajos desde casa y las
restricciones para salir. “El estilo de vida ha estado cambiando en comparación
con el 2019. También aumenta la obesidad por los cambios emocionales que puede
traer el confinamiento, y que llevan a una mayor ingesta de alimentos altos en
grasa, en azúcares y sal, que no son correctos para una buena nutrición”, dijo
Curiel Curiel.
En el ámbito de la salud mental durante el
confinamiento, la nutrición juega un papel fundamental para el bienestar en
general, por lo que “se han dado pasos para impartir la materia Vida saludable
en educación básica, pues la alimentación es un proceso en el que todos
participamos pero sí necesitamos una asesoría nutricional desde etapas
tempranas, ya que estamos expuestos a un mundo donde tenemos muchos productos
que quizá no sean los más adecuados para consumir o no los consumimos en las
cantidades en las que deberíamos hacerlo”.
A finales de 2020 comenzó en México el nuevo
etiquetado de los productos que contienen exceso de calorías, azúcares, sodio,
grasas saturadas y grasas trans, así como la recomendación para que los niños
no consuman aquellos productos que contienen edulcorantes y cafeína. “Este
etiquetado tiene una base científica, tomando en cuenta las recomendaciones de
la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la alimentación y nutrición
apropiadas para la población mexicana, en comparación con el etiquetado
anterior, basado más en la industria que en la ciencia”. Este etiquetado
contiene mensajes que la población pueda entender fácilmente “no sólo de la
información sobre las cantidades que contiene el producto, sino sobre lo
conveniente que es para nosotros consumirlo y el impacto que podría tener en
nuestra salud”.
Hasta el segundo semestre de 2020, la Licenciatura
en Nutrición del CUSur contaba con 483 estudiantes activos, quienes, como la
gran mayoría de los estudiantes, se han esforzado por continuar sus estudios de
manera virtual. “A ellos y a todos los profesores nutriólogos envío una
felicitación y un reconocimiento por su labor, aun en las circunstancias del
confinamiento”, concluyó Patricia Curiel Curiel.
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