El Volcán/Guzmán
Cuánta
falta hace en Ciudad Guzmán y para la región sur de Jalisco, la presencia de
autoridades que vigilen y, en su caso sancionen, a los negocios y empresas que
otorgan servicios públicos y que abusan
de esa libertad o desinterés de la PROFECO, lo que aprovechan para
vender sus productos al precio que se les antoja y, en el caso de algunas
gasolineras, de vender arriba del precio oficial y dando litros de menor
cantidad, abuso cotidiano en perjuicio del consumidor que nadie frena, y que se produce también por la
ausencia de una verdadera competencia, es decir; que haya más de dónde escoger
y en su caso consumir por los demandantes de un servicio o prestación.
El robo que se hace en la medición de
combustibles es muy notorio. Si un ciudadano ocurre a algunas de las
concesionarias que los tienen a la venta para comprar litros que reciben en recipientes
de plástico y cuya capacidad es para determinado número de litros, se comprueba
que siempre le dan de menos, aunque paga por una cantidad que no recibe. Vehículos
cuyo propietario tiene conocimiento disponen de un tanque que se llena al tope
con 50 o 60 litros, resulta que aun trayendo una o más líneas en su depósito,
le cobran, al llenarlo, 53 o 65 litros. Al respecto hay quienes aconsejan no
llenar los tanques al tope, sino comprar por decenas, es decir de diez, veinte
o más litros, en esa proporción, que así la merma o afectación es menor. Pero
si las bombas o el equipo que surte están manipulado, la sugerencia no
funciona.
El abuso por incremento de precios
de manera constante, sobre todo desde que se decretó la pandemia por el COVID
19, es en la totalidad de los productos de alto consumo, incluidas frutas y
verduras. Es cosa común en algunos puestos del tianguis municipal que se pongan
a la venta del público productos muy distintos, en cuanto a la calidad, que
años atrás se ofertaban, faltan mucho los frutos de temporada y cuando se
tienen está a un costo no muy accesible para todos, en este aspecto este gran
mercado al que acuden miles de personas no solamente del municipio de Zapotlán,
sino de toda la Región sur y hasta del vecino estado de Colima, ha perdido, en
mucho, su condición de centro de abasto a precios razonables y de buena
calidad.
Es por ello que se afirma que además
de vigilancia y en su caso sanción para quienes abusan subiendo precios o dando
litros o kilos de menos, tarea que compete a la PROFECO, también se requiere de
una real y efectiva competencia, que haya más negocios y empresas que se
establezcan en Ciudad Guzmán o en la región para que los ciudadanos tengan la
oportunidad de elegir y consumir lo que mejor les convenga, así no estar
sujetos a caprichos o acciones que en mucho lesiona su economía al recibir
productos caros, de deficiente o mala calidad.
Otro problema, añejo en la ciudad y
en los comercios, es la actitud que asumen algunos de los empleados. Mientras
que el propietario del negocio presenta al cliente o al consumidor una buena
cara y un buen trato, quienes hacen la labor, como empleados, para atender a
quienes mantienen vivo un negocio o empresa y con ello hasta su empleo, asumen
una actitud arrogante, de indiferencia, sienten que hacen el favor al cliente,
ejemplos hay muchos y se tienen casi todos los días en grandes y medianas
empresas locales, lo que debiera llamar la atención a sus dueños, la propia
CANACO, que tal vez los afilia, pugnar por una capacitación a los empleados
para el trabajo que se les otorga y en beneficio de los clientes. La ciudad
requiere crecer no sólo en población y territorialmente, sino en los servicios
que presta y en el trato que se da al que consume.
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