René
Chávez Deníz*
Don
Arturo de la Mora Urtiz, nació en la vecina población de Pihuamo, Jalisco el 22
de diciembre de 1881, sus padres lo fueron Don Prisciliano Mora y la Señora
Urtiz.
Don Arturo se vino a radicar a Tecalitlán a la edad de 16 años y se casó con la señora Angelina Ochoa.
Procrearon
ocho hijos, entre los que más se recuerdan es Don Arturo de la Mora Ochoa,
quien ocupo la Secretaría del Ayuntamiento en varias ocasiones, ocupando cargos
importantes en la política local.
Otros
de sus hijos fue don Jorge de la Mora Ochoa, quien trabajó muchos años en el
ingenio de la Purísima, ambos ya fallecidos y María Teresa mejor conocida como
“Mariquita” o “Mary Mora” quien es conocida por su destacada labor altruista.
De la Mora Urtiz, curso únicamente la escuela primaria, pero su nivel cultural se elevó debido a que era amante de la buena lectura.
Después
de contraer nupcias y en busca de mejores horizontes se fue a vivir un tiempo a
Santa Clara, Michoacán, después de una temporada regresó a Tecalitlán,
involucrándose en la política siendo elegido Presidente Municipal para el año
de 1934.
Como
anécdota se recuerda que estando ocupando dicho cargo le hablo él entonces
gobernador del estado de Jalisco Don Sebastián Allende para solicitarle los
servicios de Mariachi de Don Gaspar Vargas quienes en ese momento se
encontraban en Colima, de inmediato se puso en contacto con el grupo para
hacerles llegar dicha invitación, habiendo ido para llevarle las mañanitas al
presidente de la republica del Gral. Lázaro Cárdenas del Rio.
Posteriormente
al evento con el Gral. Lázaro Cárdenas del Rio, fueron contratados ya por un
político, ya por otro, y de ahí surgió la fama el buen mariachi que recomendará
don Arturo al gobernador Topete, es decir, el mariachi Vargas de Tecalitlán.
Una
vez que dejó de participar en la política se asoció con un español de nombre
Vicente Solernou allá por el año de 1947 y en un terreno llamado “Las Juntas”
iniciaron una empresa resinera en donde elaboraban un producto llamado
“Colofón” que servía para la fabricación de jabón de olor, este producto era
envasado y enviado a la república Argentina.
Después
de un tiempo dejaron de elaborar “Colofón” y tanto el Sr. De la Mora como el
Sr. Solernou se trasladaron a Pihuamo en donde construyeron una carretera para
que transitarán los camiones con madera ya que estos incursionaron en la
explotación de madera, este negocio llegó a su fin al iniciar actividad la
compañía industrial de Atenquique todo lo referente a la madera.
Después
de una larga enfermedad que lo postró en silla de ruedas, falleció el 15 de
mayo de 1973, su último deseo fue que cuando estuviera expirando su vida, le
tocaran el son de la negra y como coincidencia ese día grupos de músicos
celebraban el día del maestro y no pudo faltar una agrupación que pasando por
la casa de don Arturo tocaron el Son de la Negra, cumpliéndose el deseo que
quizá ya no escucho en su totalidad.
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