Estimado
lector el 2020 se va, ha llegado a su fin y es el inicio de un nuevo periodo.
La vida de nuestros seres queridos ha estado en peligro y de la nuestra ni hablar;
es el periodo de las graduaciones en línea, las reuniones pequeñitas con los de
casa; usar barbijos, salir y alejarte de las personas físicamente; entre muchas
restricciones. Deseablemente es un tiempo de reflexión de fortalecer las
amistades y focalizar en las cosas buenas. Deberíamos empezar por preguntarnos
¿Qué de bueno nos ha traído esta nueva forma de compartir y comunicarnos?
He
escuchado una frase que dice: ¡nadie sabe lo que tiene, hasta que lo ve
perdido!... hoy aplica para la libertad de movilidad y de muestras de afecto.
En lo personal extraño poder abrazar y convivir de manera presencial desde el
tianguis, visitar el restaurante, o la escuela; sin hablar de las reuniones
familiares.
Atender
vía Zoom no es lo mismo, y es ahora “la norma”; mi propósito #1 es que las
personas a quienes atiendo sientan que les presto la atención que se merecen.
Lo
bueno de este tipo de comunicación (vía Zoom) es que existe un número menor de
“tiempo muerto”, todo ese tiempo de traslado al consultorio, ya no es
necesario, y puedo invertirlo en otras actividades. El tiempo es un CAPITAL y
debemos apreciarlo; debemos recordar que no se puede almacenar, no es
renovable; por tanto, las reuniones a distancia me ofrecen la oportunidad de
capitalizar MI TIEMPO y el tiempo de mi paciente.
Comenta,
comparte, cuál es tu propósito #1. Hasta la próxima historia de vida; Dra.
Sandra Gómez Patiño.
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