Sandra Gómez
Estimado
lector no se a usted, pero en mi familia la enfermedad de Corona Virus ha
contagiado a más de uno, desde quienes habiéndose contagiado han quedado como
llamado de atención para quienes les rodean, algunos otros pasados por
hospitalizaciones no planificadas, hasta la muerte de mi muy querida Tía María.
En esta ocasión deseo presentar una reflexión basada en un documental de DW, de
nombre: “Cuando falta solidaridad en pandemia” publicado el 3 de diciembre del
2020, al que le invito pase a revisar en YouTube.
Las
noticias diarias nos invitan a quedarnos en casa, y además nos comparten videos
que se han vuelto virales en las redes sociales en donde muchos jóvenes y
adultos organizan y asisten a reuniones en masa; desde celebraciones como
bodas, quinceañeras, conciertos, eventos deportivos, entre otros eventos que
congregan a más de 10 personas en un espacio reducido; estas imágenes muestran
la falta de distanciamiento social y en muchas ocasiones los asistentes tampoco
llevan cubierta la nariz y la boca, son verdaderos CALDOS DE CULTIVO, para el
contagio del virus de transmisión aérea como lo es el COVID-19. Asimismo, es
común escuchar en las noticias diarias que los policías o vecinos quienes
desean impedir esos eventos salen agredidos y/o amenazados hasta de muerte; esto
es un reflejo de la falta de solidaridad.
“La
solidaridad de acuerdo al diccionario es un valor personal que supone la
capacidad que tienen los miembros que pertenecen a una comunidad de actuar como
un todo. Esto se produce porque los miembros comparten intereses y necesidades
entre sí, gracias a los lazos sociales que les unen”. En otras palabras, la
solidaridad es un valor humano que consiste en ayudar a otra persona de manera
desinteresada, es decir, sin esperar nada a cambio y sin ningún interés de por
medio… yo le llamaría
REGALAR BIENESTAR
¡Quienes
solo quieren bienvivir y se olvidan del bienestar colectivo no tienen el valor
de la solidaridad!
En
España les han llamado las fiestas de la vergüenza, que hacen evidente la falta
de civismo entre los miembros de la comunidad quienes asiste a dichos eventos;
estas personas ya forman parte de las estadísticas de contagiados y muertos por
COVID-19, de esas reuniones han salido positivos asintomáticos y estos a su vez
han contagiado a sus seres queridos. Se sabe de personas quienes hacen
reuniones en casas prestadas o rentadas que cobran la entrada (COVER) y ya
tomados, olvidan las medidas de seguridad.
En
efecto somos un país libre, pero esa libertad en tiempos de pandemia debiera
servir para poner en práctica libremente la solidaridad. Actuemos como un todo,
regalemos seguridad y con ella bienestar a nuestra comunidad. Atendamos las
medidas de distanciamiento social, pasemos las mejores fiestas navideñas
atendiendo todas las indicaciones de los científicos autorizados, desarrollemos
el sentido común y empecemos nuevas tradiciones familiares.
Comenta,
comparte y vive como si hoy fuera el último día de tu vida. Ama, AMOR ES
CUIDAR, recuerda que festejamos el cumpleaños del niño Jesús de Nazaret no es
el tuyo. Seamos solidarios; Feliz Navidad le desea, Dra. Sandra Gómez Patiño.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario