El Volcán/Sader
Cuando las tierras de cultivo del maíz no dejan
grandes rendimientos por el grano producido, entonces las hojas de las mazorcas
se convierten en una importante fuente de ingresos para los agricultores y los
comercializadores, dado que hay un gran mercado en la demanda de tamales que se
tiene en el ámbito doméstico y en el segmento de los paisanos en Estados Unidos.
En varias regiones del
territorio jalisciense, los agricultores de los llamados cuamiles y otras
tierras de bajos rendimientos, como las laderas de los cerros o los potreros,
han encontrado en las hojas de maíz una importante fuente de ingreso.
Al respecto, el agrónomo de
la Secretaría de Agricultura de Desarrollo Rural (SADER Jalisco), Doroteo Cano
Valderrama, refirió que en varias regiones del campo jalisciense se tiene la
tradición de aprovechar las hojas del maíz, lo que incluso supone una
vinculación entre empresas comercializadoras y agricultores para esta
alternativa.
Detalló este funcionario que
incluso esto supone una labor hecha a mano, desde el corte de la caña del maíz
para luego aprovechar la hoja al hacer el corte con una máquina rústica: “Es
una rueda con una navaja redonda y agarran la mazorca y le dan la vuelta a la
rueda con navaja. Le dan el jalón y queda la mazorca pelona. Y van apartando lo
que es la hoja”.
En el poblado de Oconahua,
municipio de Etzatlán, el productor Lino Pérez, expresó que la venta de las
hojas para los tamales le deja un ingreso de 20 mil pesos por hectárea, algo
muy por arriba de los cuatro mil pesos que le da la venta del grano.
Este agricultor explicó que
luego de sacar las hojas de las mazorcas, se hacen pacas de 25 a 26 kilogramos
para entregarse a las empresas comercializadoras. Precisó que le pagan el
kilogramo de las hojas a 40 pesos, por lo que, sacando 500 kilogramos por
hectárea, queda un ingreso de 20 mil pesos.
Con el fin de no malbaratar
el grano de maíz, refirió que “hay que guardar el maíz y echarle las pastillas
con insecticida que eviten que se lo coman los gorgojos, para luego venderlo
más delante, sobre todo en los meses de secas y anteriores a la siguiente
temporada de cosecha para aprovechar un mejor precio”.
En el caso de su región
(Valles), indicó que en esta ocasión hubo poca producción de hojas de maíz,
“porque muchos cuamiles se rentaron para producir agave. Los que rentan sus
tierras reciben cinco mil pesos al año por hectárea. Es mejor sembrar maíz. Se
saca por la venta de las hojas y además queda lo del grano y el rastrojo”.
En su experiencia, dijo que
le ha dado buenos resultados la siembra con granos híbridos y de los criollos,
dado que los granos nativos salen más baratos y también dan buenos
rendimientos.
Agregó que hay que tomar en
cuenta el número de plantas por hectárea para facilitar que las mazorcas salgan
de buen tamaño.
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