Sandra Gómez
Estimado lector, de la serie de regalos de Navidad,
hoy presento el último de la serie, a sabiendas de que existen muchos más
regalos con significado, deseo cerrar el tema con este artículo de reflexión.
Muchas de las películas con temas navideños nos dejan como mensaje que la
Navidad se trata de AMOR, con humildad les comparto mis reflexiones.
En lo personal creo que la Navidad se trata de
compartir, de ofrecer la oportunidad a las nuevas generaciones de iniciarse en
las tradiciones de la familia. En casa fue la oportunidad para mi madre de
enseñarnos que era el día del nacimiento del niño Jesús, y que la FIESTA era en
su honor, como tradición el más pequeño de sus nietos arrullaba al bebé y lo
colocaba en el nacimiento mientras ella cantaba.
Por muchos años no nos perdimos la misa de nochebuena,
e incluso en la de 1974 mis hermanos y yo hicimos nuestra primera comunión.
Para mi madre como practicante del catolicismo, la Navidad fue fomentar esos
dos momentos que se unieron a la cena de nochebuena y abrir regalos el día 25
de diciembre. Mi padre se entretenía buena parte de la noche armando los
juguetes, y en nuestra pequeña sala de estar amanecía llena de juguetes,
algunos como las bicicletas o casitas que se me hacía MÁGICA esa mañana; así
que como no creer en Santa Claus convenientemente por muchos años.
En efecto creo que la Navidad se trata de amor, y creo
que amar es compartir, compartir tiempo, compartir y crear buenos recuerdos sin
perder el centro de la Navidad que es la llegada a este Mundo de Jesús. No se trata de intercambio sino de regalos, no
esperes nada a cambio de lo que das como presente. Disfruta el amor todo el
año, y has de la Navidad un espacio de tiempo único que tus seres queridos
vinculen con buenas tradiciones, haz de la fecha un espacio de paz y armonía,
ofrece a los niños regalos y a los mayores detalles inolvidables que les
permitan “celebrar” el estar conviviendo.
En este 2020 nos debería servir para valorar la
presencia de quienes amamos, las cosas materiales en efecto no nos las llevamos
al morir, pero si alguna de estas nos acompaña nos es más sencillo seguir con
nuestra vida. Los objetos se ligan a recuerdos que a su vez se unen a emociones
y a la inversa, las emociones tatúan recuerdos. Para los niños es difícil
comprender todos los cambios generados por la enfermedad del COVID-19, ellos
también perdieron mucho, perdieron libertad, perdieron amistades, entre otras
actividades cotidianas. Es función de los padres atenuar el impacto (trauma)
ocasionado por las medidas restrictivas a nivel global.
Les deseo Felices fiestas, sea creativo y ofrezca la
oportunidad de crear nuevas y mejores tradiciones familiares. Comenta y
comparte, Hasta la siguiente historia de vida, Dra. Sandra Gómez Patiño.
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