Sandra Gómez
Estimado lector, en la lista de regalos de Navidad le
presento a la pizarra por excelencia. A Cristina de 27 meses, le trajo “Santa”
un caballete para pintar.
En algunas ocasiones minimizamos el impacto de los
juguetes en la vida de los niños, como anotaba en el artículo del regalo #9 los
juguetes y el juego forman parte del desarrollo de los niños. Ayudan en los
procesos mentales y “se adopta en las diferentes etapas evolutivas en sus
diferentes modalidades” (p.824); existen además los juegos educativos (p.825),
acompañados de juguetes que sirven como material didáctico para el desarrollo
de diversas áreas. El regalo #10 tiene esos elementos, favorece el desarrollo
de habilidades y/o conocimientos explícitos e implícitos como, el propio
material para pintar que será necesario en el ingreso al jardín de niños. En
esta primera etapa cumple con ser un juguete ya que se le permite usarlo de
manera espontánea y libre y con la guía de su madre o cuidador, se le introduce
al mundo de la lectura y de los números.
Las posibilidades de uso del caballete son muy
amplias. Hoy esa niña de 27 meses con su caballete de Santa, es una mujer de 27
años; soy testigo del amplio uso que le dio y que además compartió con sus
hermanos y vecinos. En el transcurso con
su vida escolar se distinguió por ser muy creativa, por citar algunos ejemplos
en la primaria lidero a su equipo para hacer una gran maqueta con animalitos de
plastilina y plantas del jardín de la escuela; en la secundaria gano dos
concursos de ciencia con proyectos que ella misma ensamblo; en la preparatoria
siguió con esos concursos de física experimental y se introdujo al mundo del
teatro en donde diseño y creo escenarios. Podría seguir mencionando sus
cualidades artísticas y de diseño tanto en el terreno de las artes como de la
ciencia, y sin lugar a dudas considero que el regalo #10 fue el punto de inicio
para el correcto desarrollo de su potencial creador.
En terapia con niños con problemas de aprendizaje
(NEE), con frecuencia señalo a los padres la importancia del desarrollo de
habilidades manuales/creativas, y el ofrecer un espacio “propio” y adecuado
para pintar, garabatear, y experimentar como lo ofrece un caballete al que se
le pueden agregar “laminas e imanes”; “corcho y notas”; “papel y acuarelas”;
“papel y colores…” las posibilidades son muy amplias.
Por ejemplo, el desarrollo de la motricidad gruesa es
muy importante para la escritura, y el tipo de formato de gran amplitud le
ofrece al niño esa oportunidad de realizar trazos amplios.
Además de la selección del regalo en sí mismo, como he
mencionado en anteriores artículos la etapa de desarrollo del destinatario del
objeto es también importante. Por ejemplo, de acuerdo con Jean Piaget el juego
simbólico que se da entre los 2-6 años tiene la función principal de la
asimilación de lo real y del yo. Para un niño sano los aprendizajes más
significativos tienen lugar en esta etapa, y a través del juego manifiestan los
conflictos afectivos latentes (p.824). Esto se traduce que revisando los
dibujos y/o expresiones creativas de los niños se puede saber mucho más de
¿Cómo viven?; ¿Qué sienten? Entre muchas otras señales que nos muestran con su
lenguaje simbólico.
Estimado lector, los juguetes tienen un gran
potencial, si además son juguetes con diseños didácticos, el resultado del
juego puede ser de un nivel superior y servir para introducirle en el mundo
académico-escolar.
Si todavía no sabes que regalar a un niño de dos años
esta es una excelente opción. Regala, comenta, comparte, felices fiestas. Dra.
Sandra Gómez Patiño.
Referencia: Diccionario de la Ciencias de la Educación
(2002). Aula Santillana, México, D.F.; México.
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