Mucha gente es común, pero poca tiene sentido común

 

 

Sandra Gómez

 

Estimado lector, en esta ocasión deseo compartir una frase que mi amiga Claudia dijo: “si se vendiera el sentido común, tu y yo seriamos ricas…, habría muchos clientes”.  Entre risas mi amiga me comentaba que ella como arquitecto manejando personal en la construcción daba instrucciones y si no supervisaba con frecuencia, los empleados hacían cosas que carecían de sentido común, desde el abatimiento de las puertas, la altura de las ventanas, puertas e incluso techos, por su “comodidad” resolvían a su manera.

En construcción esto no es poca cosa, ya que como sabemos, existe un diseño arquitectónico, un plano con instrucciones precisas a seguir, que contiene especificaciones calculadas para la armonía del diseño, funcionalidad y precio de todo lo que se usa, desde la cimentación hasta los acabados.

En arquitectura, no se deja nada al azar; se presenta un bosquejo al cliente y detrás de esa FACHADA, hay mucho trabajo intelectual, que si se encarga a alguna persona sin formación en el área puede “arruinarlo”.

La primera regla que en cualquier oficio debemos tener es la de PRESTAR ATENCIÓN, a lo que se nos dice, preguntar tantas veces sea necesario para verificar que hemos entendido claramente lo que se nos pide.

La segunda regla es SABER POR DÓNDE VAS. Mantener una comunicación con nuestro instructor o guía, hacer lo que se nos pide, aun si en ese momento no lo entendemos; preguntar, y volver a preguntar. Mi abuela decía: “Haz más de lo que se te pide y tú recompensa será enorme”, lo que mi madre dice “sé acomedido, y aprende de como lo hacen otros”; lo que yo digo, “sé el mejor en lo que haces y siempre tendrás quehacer”.

Otra forma de verlo es enseñar a usar una brújula, cuando aprendes a usarla no importa a donde quieras ir, tendrás un rumbo y una dirección a seguir, aun con mal tiempo seguirás directo a tu meta. Para caminar de nuevo hacia ahí, es decir para saber el camino de vuelta únicamente debes haber prestado atención y lo lograras. En conclusión, cuando sabes usar muy bien la brújula es muy difícil perderte.

El sentido común es una habilidad en construcción, hay que practicarla con las dos reglas anteriores, para dejar de ser gente común y pasar a ser una persona con el sentido común bien desarrollado. Tu brújula además de la física que te marca los puntos cardinales, también debes usar una brújula moral, que te permita tomar decisiones de acuerdo a tus valores. El éxito es un resultado no un EVENTO, hay que trabajar en metas cortas para alcanzar el propósito.

Confiar en nuestros mentores es importante, cuando creemos que estamos perdidos los principios básicos como la FE en un SER Supremo son un adecuado cimiento para trabajar con nuestras habilidades. Además de esta Fe, debes tener confianza en ti mismo y aprender a aprender, diferenciando lo necesario de lo urgente, lo que deseas y lo que necesitas; déjate guiar. Todos tenemos conciencia (Pepe grillo) hay que fortalecerla y educarla.

Recuerda que “Mucha gente es común pero no todos tienen sentido”; trabaja de la mano de un mentor, proponte metas alcanzables a corto, mediano y largo plazo, diseña tu PROPÓSITO de vida. Reconstrúyete si lo crees necesario. En tiempos de crisis, recuerda verlo como una oportunidad de cambiar tu META.

Un proverbio popular dice “sino sabes a dónde vas, ya llegaste”; que no sea este tu caso…

¿Cómo quiero ser recordado?; ¿Qué quiero hacer con mi vida?; ¿Deseo tener una profesión?; ¿Cómo puedo alcanzar mi objetivo de vida?; ¿Cómo voy a alcanzar mi independencia económica?; ¿Quiero viajar?; ¿Quiero ayudar a mi familia?; ¿Quiero tener una familia propia?; ¿Quiero tener una pareja?; ¿Cómo puedo ser feliz?...

Te adelanto que la felicidad es el camino, no la meta; que la forma en que serás recordado tiene que ver con tus acciones; que tu profesión debe ser una combinación ideal entre tu vocación y quehacer; que la independencia económica es un camino en construcción que requiere de estrategias, conocimientos en educación financiera y guía; que una pareja es un ideal, y no es para todos lo mismo, hay quienes no la necesitan… Sé feliz hoy, planea y construye tu propósito de vida; tal vez requieras un COUCH, que en muchas ocasiones es de ayuda un psicólogo.

Desarrolla tu sentido común, selecciona una o más personas para que sean tú guía; confía en ti mismo y constrúyete una vida propia, única e irrepetible, te invito a disfrutar el camino. Comenta, comparte, las opiniones las tomamos en cuenta para crecer.

Hasta la siguiente historia de vida. Dra. Sandra Gómez Patiño.