Juan
José Ríos Ríos
Para
muchos comerciantes establecidos en Ciudad Guzmán el Buen Fin no tuvo el
resultado esperado en cuanto a reactivar la economía local mediante el consumo
de mercancías, situación que se debe a que las finanzas de las personas no son
tan firmes debido a efectos de la pandemia por el COVID-19, cuando se han
producido paros constantes en las actividades productivas y porque se ha
despedido o reducido el número de empleados en algunos de los negocios o
empresas, que han sido impactadas por las medidas adoptadas.
En el ramo de muebles, empresarios
locales consideran estar en desventajas con las grandes empresas que han
sentado sus reales en Ciudad Guzmán, principalmente por el soporte económico
que poseen que les permite otorgar plazos de pagos muy amplios mediante el
sistema de abonos chiquitos que, al final de cuentas hace que los consumidores
paguen un interés que llega a constituir hasta el 50 por ciento del precio
original y, aun así, los hay que no pueden cumplir con los compromisos
contraídos con este tipo de negocios.
Además estas grandes corporaciones
poseen más beneficios fiscales, algunas son dueñas de instituciones bancarias
que cobran comisiones significándoles ingresos extras y, debido al gran capital
que poseen tienen más margen para adquirir, almacenar y poseer mayor y más
amplio surtido en aparatos electrónicos y de línea blanca, dejando en gran
desventaja a los empresarios que se manejan como PYMES y son, de hecho, el 80
por ciento de los negocios que se mantienen vivos gracias a que se esmeran en
mejorar sus servicios y atención al público que aún les compra, pero también
generando empleos y pagando impuestos, reales.
En un pequeño sondeo realizado por
este medio informativo permitió conocer también que no fue muy buena idea
ampliar el tiempo de duración del llamado Buen Fin, lo que para algunos
encuestados vía telefónica muchos de los posibles consumidores consideraron como
una forma de vender productos al precio habitual, sin las oportunidades o
descuentos que, se presume, se tiene como oferta para el público cuando este
sistema es por tan sólo cuatro días. Pandemia, mala economía, paros continuos y
desempleo, aunado a un Buen Fin alargado, dejó más desaliento que buenos
resultados, sobre todo para los comerciantes que operan con las desventajas de
las grandes empresas.
Entre otras de las circunstancias
que se están viviendo en la actualidad y debido a la pandemia del COVID 19, no
sólo en el país, sino a nivel internacional, entre éstas la escases de algunas
materias primas, como el hule espuma para fabricar muebles de sala o colchones.
En el ramo de los medicamentos también hay falta y hasta encarecimiento de
algunos productos, como para tratar problemas derivados de la alta presión
arterial y otras alteraciones cardíacas, ya no se diga en los productos de
primera necesidad como la tortilla, la carne, el tomate y otras frutas y
hortalizas.
Finalmente se consideró que la mejor
forma de fortalecer la economía y bienestar de todos es enfrentando la pandemia
con mayor responsabilidad, pues mientras más paros de actividades comerciales o
productivas se den, no habrá ni los empleos ni la riqueza que ello debe generar
estando en condiciones normales. Más contagios pueden generar no solamente más
medidas de aislamiento y control de actividades, también más muertes de
personas y un proceso mayor de deterior de tipo económico y social al que se
vive actualmente. Hay que actuar de manera más responsable y eso es cuestión
personal de todos y cada uno de los ciudadanos, no hay de otra mientras se
controle la pandemia, que no la aliviarán más buenos fines como el que acaba de
pasar.
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