Víctor
Hugo Prado
Ayer se
rindió el segundo informe constitucional del ejecutivo federal, el tercero del
año y como el sexto de la gestión. Considero que el segundo anual es el que
adquiere mayor peso jurídico, por mandato establecido en el artículo 69 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
El
presidente llegó a su segundo informe en medio de la grave crisis sanitaria que
sufre nuestro país, misma que alcanza los 600 mil contagios y cerca de 65 mil
fallecidos, cumpliendo y superando el escenario catastrófico, que era de 60 mil.
De quienes se han contagiado, poco se dice, pero en su mayoría han tenido que
paralizar por semanas sus actividades familiares, sociales, laborales y por
ende económico-productivas, con severas repercusiones sobre la economía del
país.
Los
fallecidos no son solo números, eran personas de carne y hueso como usted y
como yo. Eran padres, hijos, hermanos, trabajadores, amas de casa, muchos
profesionistas, todos con un legado y una contribución en su medio. Y por
desgracia muchos se han ido en el anonimato.
El
presidente llegó a informar, en medio de una de las crisis económicas más graves
ha tenido el país, por la pandemia en mucho y agravada por las malas decisiones
tomadas. La construcción de una refinería, la cancelación de un aeropuerto para
construir otro, un tren que no se requiere y que cruzará con grandes afectaciones
ambientales por territorios mayas. Llega con dos millones de empleos perdidos
–entre formales e informales-, con una proyección de crecimiento negativa. Tan
solo el INEGI lo coloca en menos 18, la Secretaría de Hacienda en menos 8. Llega
con una movilidad social que conduce a cerca de 10 millones de mexicanos de
pobres a pobres extremos y otro tanto de clases medias a pobres.
Llegó
con muchas fisuras producidas en su imagen, en parte por la disputa por la
dirigencia nacional en su partido Morena, por el revés dado a su voluntad de 63
legisladores de su partido que no votaron a favor de la integración de la mesa
directiva de la Cámara de Diputados que encabezará el PRI, y por supuesto los
video escándalos que lo salpican.
No
estamos requete bien, no estamos saliendo de la crisis cuando apenas vamos
empezando, tampoco los becarios de jóvenes construyendo el futuro son nuevos
empleos.
El
informe estuvo muy lejos de ser un examen de resultados y deja la duda de ¿cómo
vamos a enfrentar la pandemia para reducir contagios y muertes ante posibles rebrotes?
¿Cómo se diseñará el proyecto de presupuesto, de recaudación e incentivo fiscal
para apuntalar la fracturada economía y cuáles serán las políticas a implementar?
¿Cómo se va combatir a la delincuencia para desterrar la inseguridad e
impunidad en todo el territorio nacional? Por lo pronto con esas tres cosas. Lo
demás fue circo.
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