Sandra Gómez
Estimado lector, en tiempos de clases virtuales, creo
que algunos desconocen que en nuestro país México, existen escuelas con grupos
multinivel; esto quiere decir que una maestra atiende más de un grado escolar;
o incluso llega a atender de primero a sexto grado (seis grados).
Citare algunos
ejemplos de escuelas multinivel en Primarias, pero no es privativo de la
escuela elemental, esa organización la trabajamos con éxito en una Universidad
Privada con alumnos listos para egresar, que en esta entrega no citare. Déjenme
decirles por anticipado que a las maestras(os) quienes desempeñan esta labor les
admiro; y cuando usted reflexione sobre las historias que le presento me gustaría
me dejara sus comentarios al final, y tal vez esté de acuerdo conmigo en que
son únicas. Le recuerdo que algunos de los propósitos de los artículos de
opinión que escribo publicados en el Diario El Volcán tienen como meta (autor)
formar una legión que nos permita valorar el quehacer docente y el trabajo que
desempeñan los padres de familia en la EDUCACIÓN.
Caso #1. La
profesora Margarita, tuvo a su cargo el grupo multinivel de quinto y sexto
grado; 20 alumnos en el mismo espacio físico, una persona con vocación docente quien
después de una práctica repetida con grupos así, se organizó de tal suerte que
sus pupilos salían adelante.
Antecedente del Colegio Salesiano Don
Bosco. La escuela nació como una necesidad de que los niños de la región se
ocuparan con actividades educativas, físicas y recreativas a la vez que
tuvieran una biblioteca y se involucraran en el cuidado de su “oratorio”
viéndole como capilla de oración, casa, escuela y patio.
Ventajas: la
profesora tenía la admiración y respeto de sus alumnos, ellos eran vecinos; es
decir la maestra; también vivía cercana al domicilio de sus familias, lo que
hacía que conociera y conviviera con las madres y/o padres de los niños.
Incluso había trabajado con algunos de sus hermanos y “sabia con quién
contaba”. La escuela además incluía un horario diario extendido y con un grupo
de apoyo de voluntarios salesianos. La función de los colaboradores era
reproducir las prácticas deportivas, organizar paseos, dar clases de inglés y
computación. Asimismo, el Colegio contaba con el espacio necesario para la
recreación. Una virtud más de la profesora Margarita era y es la vocación de
servicio que se veía reflejado en su activa participación no únicamente como
maestra de primaria, sino que atendía a adultos en los grupos de alfabetización,
primaria y secundaria abierta.
Desventajas: la
Profesora no tenía formación académica-didáctica, es decir no estudio para
maestra y fue evidente cuando algunos de los alumnos requerían apoyo académico puntual
ella no tenía las habilidades para ayudarles; era común escucharla decir al
niño y a los padres: ¡échale ganas, tú puedes!
En el quehacer docente hace falta más que buena
voluntad para atender a un grupo de estudiantes.
En la escuela
virtual no se considera al maestro de primaria multinivel, en el caso puntual
los alumnos en sus casas no tienen internet, e incluso unos pocos no tienen
energía eléctrica. La función del Oratorio es cubrir esas necesidades, pero
cuando desde el gobierno se pide que ¡NO ABRAN!, la instrucción debe acatar la
orden y los alumnos no tienen clases.
Para quienes no son educadores, es
fácil criticar a los maestros y culpar a la pandemia del atraso académico. Los
niños requieren de personas capaces de enseñarles a “aprender por su cuenta”;
esta es una competencia del siglo XXI, y con clases virtuales es mucho más
relevante el desarrollo de la habilidad unida a los conocimientos de cómo
lograrlo. Los docentes atienden seres humanos y dentro del aula pueden leer
actitudes (conductas) que se salen del “lente”; esto quiere decir, que una
parte del proceso de enseñanza- aprendizaje se trunca. Para aprender el niño
requiere estar motivado, se debe captar su interés y además debe “sentir que
puede alcanzar la meta”. Alguien quien no es docente no reflexiona sobre su
quehacer, y “pide muy poco o demasiado”; y esto genera estados de ánimo que
impiden que el alumno avance académicamente.
Si usted padre
de familia que tiene más de un hijo en primaria se siente estresado por asistir
o supervisar a tres o cuatro hijos en diferentes grados de primaria, solo imaginé
a la maestra que tiene 20 niños y debe preparar clase para todos; ¿Es o no
admirable un maestro así?
Existen
maestros quienes han aprovechado la oportunidad para demostrar sus talentos
como editores de contenidos. He tenido la oportunidad de revisar algunos trabajos
y solo digo ¡bravo!; me gustaría sugerir de nueva cuenta que los compartan para
que otros maestros no tengan que empezar de cero. Aun así, la presencia del
maestro-guía y evaluador son necesarias. Recuerde ofrecer a su alumno reglas
claras en su forma de evaluar a la vez que mantenga una estrecha relación con
los tutores del menor.
CONSTRUYA, con contenidos clave… en
otras palabras evite el exceso de información que desvirtué el objetivo-meta. MENOS,
ES MÁS; ¡menos tareas, más cercanía y acompañamiento!
Hasta la siguiente historia con grupos multinivel. Dra. Sandra Gómez Patiño.
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