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sábado, 17 de octubre de 2020

La ciencia no importa



 

Víctor Hugo Prado

 

 

Mientras que en el escenario público está el distractor debate relativo a si se lleva a cabo o no una consulta innecesaria y costosa cuyo resultado decidirá llevar o no a juicio a los expresidentes, cuando en la ruta corta está que se lleven sin encuesta, basta la denuncia ante la autoridad competente, en México recientemente se votó en la Cámara de Diputados la extinción de un centenar de fideicomisos que le permitirá al gobierno federal contar con unos cien mil millones de pesos más para afrontar lo que resta de este año y lo que sigue en 2021, perfilándose este último como uno de los peores años en la historia económica del país.



Los recursos de los fideicomisos que desaparecen, harán falta, sin duda. De acuerdo con un artículo de Roberto Breña publicado en la revista Nexos, 65 de los fideicomisos, son fondos de investigación en los que está implicado el Conacyt, cuyos beneficiarios en última instancia son miles, o quizás millones, de mexicanas y mexicanos. En la afectación hay cuestiones como la sustentabilidad energética, el medio ambiente y el desarrollo social; así como temas de género, pobreza, salud, seguridad social y agua.


En un segundo grupo de fideicomisos cuya supresión aprobó la mayoría de Morena y sus aliados en la Cámara de Diputados, 26 que corresponden a los Centros Públicos de Investigación que dependen del Conacyt que, a decir de Breña, llevan a cabo una parte importante de la mejor investigación y de la mejor ciencia que se hace en México.


Si a los 65 fondos anteriores sumamos estos 26, tenemos un total de 91 que dependen de una u otra manera del Conacyt, que por cierto la postura institucional fue callar ante el desmantelamiento de la investigación científica en México.  Continúa Breña ¿Es que todos son inútiles?  ¿Es que todos son corruptos? ¿Es creíble que la entidad responsable de la ciencia, la tecnología y las humanidades en este país haya estado tirando dinero a espuertas durante años, lustros y décadas?





De los restantes 17 fondos y fideicomisos que faltan para completar el total de 109, algunos de ellos se ocupan al cambio climático, defensa de los derechos humanos de los periodistas, desastres naturales, financiamiento rural, deporte de alto rendimiento, cine y exmigrantes. La lista de los 109 fideicomisos se completa con un mandato sobre cooperación energética con América Central y el Caribe.


Digamos claro, no es verdad que los fideicomisos desaparecen para acabar con la corrupción y limpiar a los aviadores que pudieran existir en ellos. Desaparecen porque el gobierno necesita y usará esos recursos para sus propios programas y ya no tiene de dónde sacar dinero porque el Fondo de Contingencia Económica ya se gastó desde antes de la crisis sanitaria. Queda claro también, que a este gobierno no le importa la ciencia.


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