Sandra Gómez
El estrés es sano en un nivel adecuado, por otra parte,
el exceso es dañino y si además es crónico afecta la salud integral del
estudiante. Dormir las horas necesarias y establecer horarios de vigilia y
sueño es fundamental para el bienestar del estudiante; por lo tanto, es
importante respetarlos toda la semana, con ello se desarrollan los “buenos” hábitos
para el cuidado del cerebro.
De acuerdo con el diccionario se le llama “DESCANSO,
al estado de relajamiento tras la realización de una actividad física o mental.
Es una excelente oportunidad para el libre desarrollo de las aficiones
personales, es decir pueden y deben ser productivos esos descansos si
debidamente se ofrece la oportunidad para la creatividad. Debe recordarse
entonces que el descanso viene determinado por el agotamiento producido por la
fatiga tras la realización de un esfuerzo (físico o mental).
Otra razón que justifica la atención a los periodos de
descanso es la existencia del ritmo biológico (biorritmo) que obliga a
interrumpir periódicamente la actividad productiva, además de la alternancia de
los ciclos vigilia/ sueño.
En el campo escolar, resulta necesario entonces
PLANIFICAR la interrupción de la actividad académica, insertando periodos de
juego, tiempo libre, ocio. Esto varía
dependiendo de la edad escolar, por lo que no debe exceder de 45 minutos
incluidos el cambio de actividad que supone una relajación.
En este sentido las VACACIONES escolares constituyen
un periodo destinado al descanso. Este no debe ser demasiado prolongado, porque
disminuye la preparación de la siguiente jornada de clases “(pp.387-388).
“LA FATIGA por su parte se refiere a la sensación de
agotamiento que el sujeto experimenta, generalmente tras la realización
demasiado prolongada de una actividad, o como consecuencia de un trabajo
demasiado intenso. La fatiga escolar se refiere a el cansancio experimentado
tras la realización de actividades de tipo escolar muy prolongadas o de extrema
dificultad.
La consecuencia más inmediata de la fatiga escolar es
la disminución del rendimiento intelectual, este se ve disminuido tanto en
cantidad como en calidad. La calidad se manifiesta como falta de concentración,
reflejada en dispersión, que se acompaña de falta de atención e interés hacia
el tema objeto de estudio o del trabajo intelectual. Algunos autores como E. Bolstanski
consideran que la disminución de la atención constituye una reacción de defensa
del propio organismo por lo que el docente debe estar atento a este síntoma.
Otra de las fenomenologías de la fatiga se presenta como la disminución del
sujeto para discriminar oportunamente entre opciones diferente, en otras
palabras, se ralentiza; por ejemplo, cuando es evidente que se entorpece evocar
ideas y se le dificulta realizar asociaciones mentales. En casos extremos
aparece el síntoma de ansiedad; es decir “enferma”, presentándose pérdida del
apetito y/o insomnio.
La fatiga tiene orígenes biológicos (neurosis,
astenia) en algunos casos, en otros es de origen organizativo. Por ejemplo,
cuando las actividades son demasiado prolongadas para el nivel madurativo del
alumno; o cuando los horarios de clase no correspondes a los ritmos vitales de
los individuos. Todo esto produce una falta de motivación e incentivación en
conjunto conducen a la fatiga escolar prematura “(pp. 634-635).
Se considera “normal” 8 horas de sueño, pero varían de
persona a persona; a algunas personas con TDAH, les funcionan 6 horas y por la
tarde una siesta de menos de una hora (30-50 minutos). Es importante las
rutinas de los alimentos, el baño (aseo diario) y respetarlas en conjunto con
las actividades escolares y los descansos. Los seres humanos tenemos un reloj
interno que se ve marcado con la luz solar, luego entonces es importante estar
despierto con la luz solar y descansar en la oscuridad. El cerebro necesita
reponerse el descanso le reorganiza; asimismo, necesita agua (sola, sin
saborizantes) y alimento (fruta, verdura). Todo en exceso es malo también
dormir de más ralentiza. Un “reset= apagar y prender” es desconectarse y darle
la oportunidad a la memoria de almacenar lo que recibió a través de sus
sentidos (percepción), lo que para él o ella es significativo. El sueño y la
atención, van de la mano, si se descansa la atención mejora.
Un ejemplo de patología es la Narcolepsia cuya
condición de desorganización cerebral, hace que la persona que la padece duerma
sin que intervenga su voluntad. De esta condición en otra ocasión les
compartiré del tema. Solo mencionare que estando “dormidos” pueden atender y
registrar lo que está pasando a su alrededor; sin embargo, su cuerpo no responde
para despertar.
La fatiga biológica la trata un psiquiatra, la fatiga
de origen organizativo la soluciona el docente a través de su planeación
didáctica, las secuencias, los tiempos, las técnicas y los contenidos; todo es
importante. Conoce a tus alumnos, trabaja de manera colaborativa, informa el
departamento de psicología de la escuela, involucra a los padres de familia,
compromete al estudiante. Ayúdale a madurar, en algunos casos es importante
repetir el ciclo escolar. Mantén tu mente de maestro abierta. El aprendizaje no
se debe forzar, en cambio se debe motivar al alumno para que aprenda a aprender
por su cuenta y a su paso.
Disfruta los fines de semana, reorganízate; descansa
en tus vacaciones. Destina tiempo para el ocio, esto estimula la creatividad.
Mantenga un equilibrio entre el aprendizaje y el esparcimiento. Sea feliz y
disfrute el camino del aprendizaje.
Hasta la siguiente historia de vida. Comente y
comparta. Dra. Sandra Gómez Patiño.
Referencia: Diccionario de Las Ciencias de la
Educación. (2002). Santillana, México D.F. México.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario