El
Volcán/Guzmán
El
proyecto de la biofábrica del Centro de Innovacion Agroalimentaria (CIAG), de
Ciudad Guzmán, ya registra un avance sustancial, de modo que va en firme el
propósito de generar alternativas para una agricultura sustentable que responda
a las tendencias de un campo productivo y amigable con el medio ambiente, a
través del impulso a los biofertilizantes y otros insumos benéficos.
Al respecto, el director agrícola de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER Jalisco), José Refugio Velázquez Vallín, comunicó que la biofábrica del CIAG será un instrumento muy importante para el enfoque sustentable del sector agrícola estatal, ya que a través de ésta se reforzarán las acciones ya emprendidas para inducir en el campo jalisciense el empleo de los insumos sustentables, cuyos resultados están la vista en varios ejercicios en los que se promueve su utilización.
Este
proyecto está cargo del Centro Regional de Servicios para la Agricultura
Protegida (Cresiap), como instancia ejecutora. El responsable formal de este
proyecto, el ingeniero Eduardo del Castillo, refirió que ya se trabaja en un
periodo de pruebas que ha incluido el uso de biofertilizantes en cultivos de
maíz y caña, además de plantaciones de berries, pimientos y aguacates.
Detalló
que se han generado productos que llevan en su contenido bacterias benéficas de
varios géneros que mejoran sustancialmente la salud de las plantas, “porque son
fijadoras de nitrógeno, desbloqueadoras de potasio y solubiofiliozadoras de
fósforo, cuya aplicación supone el aprovechamiento de estos organismos que son
habitantes normales de los suelos y que traen diversos beneficios a las
plantas, como mejorar la inducción de las floraciones y la fijación de los
nutrientes de los vegetales”.
Adujo que,
en el caso de los aguacates, lo que se busca es que a través de estos micro-organismos
se reduzca la incidencia de seres patógenos.
El
especialista precisó que en un principio la biofábrica tendrá una capacidad
instalada de producir bacterias para 100 hectáreas cada tercer día, y si fuera
hongos sería de 100 hectáreas cada semana, esto de acuerdo a la capacidad de
desarrollo de los citados micro-organismos. Estos productos se presentan ya en
forma líquida en recipientes de 10 o 20 litros.
Del
Castillo mencionó que una vez que concluyan las próximas cosechas de productos
básicos en los que se utilizaron las bacterias benéficas se tendrán los
resultados correspondientes y la evaluación económica de los beneficios para
los agricultores por la utilización de estos insumos.
Añadió
que entre otros planes que se tienen en la biofábrica está la generación de la
bacteria Bacillus thurigiensis que tiene demanda para el control de algunas
plagas, como las que se originan por insectos lepidópteros.
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