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martes, 27 de octubre de 2020

¿A mayor pobreza, más virus? COVID-19


 

Sandra Gómez

 


Estimado lector, muchos hemos escuchado del COVID-19; aprendamos que significa y porque se reproduce en mayor cantidad entre las personas de escasos recursos económicos.


Basada en el documental presentado el 12 de octubre del 2020; “A más pobreza, más virus” del documental publicado en YouTube por DW, unido a los comentarios y notas periodísticas de diversas redes de comunicación, me permito presentar un relato cuya intención es sensibilizar al lector de su ROL protagónico ante esta enfermedad, basada en el conocimiento informado por los científicos.


COVID-19. Debe su nombre a las abreviaciones que se derivan del idioma ingles que son: CO=Corona; VI=virus; D=Disease= enfermedad, mal, afección; diagnosticada en el año 2019.






En repetidas ocasiones hemos escuchado que la mejor forma de protegernos de la trasmisión aérea del virus es utilizando un barbijo que nos cubra totalmente la nariz y boca. Asimismo, es muy importante para cortar la trasmisión del virus en las superficies que incluye la piel y ropa es el uso de jabón.


Mi padre con frecuencia mencionaba que; “la pobreza no está peleada con la limpieza, se puede ser pobre y limpio o, rico y sucio”. Así que la pregunta de: ¿A mayor pobreza, más virus?, no es necesariamente cierta, pero sí existe una relación directa con la forma de vida de algunas personas, quienes se bañan poco por no tener acceso al agua y jabón.


Los virus tipo corona se pueden destruir con alguna sustancia jabonosa, y para hacerla es imprescindible el agua, pero también se pueden destruir con alcohol al 70%-95%. Como el que se encuentra diluido en presentación de gel. Asimismo, existen aerosoles de marcas reconocidas que pueden eliminar hasta un 99% de los virus más comunes. Es aquí en donde el 1% de los VIRUS NO COMUNES puede infectarnos y podría ser el caso del COVID-19.





Nuestro cuerpo puede luchar si esta fuerte y sano con ciertas cantidades de virus, cualquiera que estos sean; pero no está preparado para grandes concentraciones de cualquiera de los tipos de virus que nos amenazan a diario, dado el caso de una infección, si sus defensas no le reconocen, resulta esta lucha interna que se manifiesta en la presentación sintomática de inflaciones severas en algunos órganos que afectan principalmente los músculos que hacen posibles la respiración, teniendo como consecuencia una muerte dolorosa por asfixia. 


Cuidar de nosotros mismos es una responsabilidad ligada al amor a la vida, a estar sanos para cumplir con nuestros proyectos futuros. Cuidar a los demás, es parte de dar amor…


La forma de vida en hacinamiento es una de las características recurrentes entre personas de bajo nivel económico, es decir “viven” muchos dentro de un mismo espacio, generalmente reducido, por lo que, bajo estas circunstancias, el aire que se respira tiene mayores concentraciones de “cargas virales”. En otras palabras, nos contagiamos porque somos muchos los que “viciamos” ese aire. Lo mismo ocurre en espacios cerrados como salones para reuniones escuela, bares, restaurantes, oficinas, iglesias, gimnasios, cines, reuniones familiares, etc.; si es que ahí dentro no se usa adecuadamente el “cubre boca y nariz” seguramente nos infectaremos. Es conveniente diferenciar aquellas personas quienes tienen la posibilidad de decidir estar o no estar en compañía de otras personas; si puedes decidir, decide aislarte.


Todos somos sujetos en riesgo, por eso es conveniente cumplir con las reglas simples de distanciamiento social acompañado del barbijo, quedarse con los suyos en la medida de sus posibilidades, con el menor número de personas posible.


Una característica recurrente entre las personas de escasos recursos es que viven de su trabajo diario, por lo que generalmente se tienen que desplazar de casa a su lugar de trabajo y en ese ir y venir, al trasladarse se encuentran expuestos. También en espacios abiertos se dispersa el virus, recuerde que viaja en el aire, y si el aire es capaz de mover un árbol, claro que puede mover al virus; recuerde como ha visto viajar las cenizas…, no ves las llamas de un incendio, pero puedes oler el humo, eso es un indicio de su presencia en el aire, desafortunadamente el COVID-19 no se ve, ni tiene olor.


Para quienes tienen que salir de su hogar es conveniente extremar precauciones como dejar sus zapatos fuera de casa, llegar a bañarse antes de tocar cualquier superficie y colocar su ropa en una bolsa de papel aparte del resto de la familia y lavar inmediatamente; los cubre-bocas también se deben lavar, si esto no es posible le recomiendo poner el desinfectante en aerosol y dejar secar por 36 horas en una bolsa de papel con su nombre. Las bolsas de mano, mochila y demás también deben desinfectarse, una sustancia jabonosa o rociar adecuadamente con un aerosol.


Si es usted uno de los infectados aíslese y no espere para ir al hospital; uno de los indicadores de la gravedad es el índice de oxigenación que se realiza con un aparato (oxímetro) que se coloca en su dedo; este debe marcar 75-90 milímetros de mercurio (mm Hg). Un nivel de oxigeno por debajo de 60 mm HG se considera bajo y puede requerir suplementos de oxígeno, lo que dependerá de la decisión del médico y el caso individual. Esta baja saturación indica que al cuerpo le cuesta administrar oxígeno a todas sus células, tejidos y órganos; en otras palabras, es una ALARMA. Debes siempre llamar a un médico si tienes dificultad para respirar, y de esto te das cuenta si es anormal cuando al realizar tus actividades cotidianas, en ese momento no lo puedes hacer. Muchos infectados presentan síntomas como fiebre dolor de cabeza y de espalda, pero cada día hay síntomas nuevos como enrojecimiento de la piel, todo lo que no es normal para usted, debe tomarse en cuenta y comentar con su médico, tal vez con una video llamada sea suficiente para su diagnóstico.


Las personas pobres son más vulnerables, por la forma en que viven, incluso algunas viven en zonas en donde no existe agua potable ni drenaje; muchos no tienen servicios médicos a su alcance, y estos desde luego “los más pobres” si tienen COVID-19 su probabilidad de trasmisión es mayor por lo anteriormente explicado. El resto de personas, como usted y yo nos topamos con ellos al transitar en la calle, al intercambiar servicios, etc. Por lo tanto, es nuestra responsabilidad cuidarles y cuidarnos realizando las sencillas ordenes de utilizar adecuadamente el barbijo y ser en extremo precavido con la higiene en lo general, con la limpieza de superficies, con el lavado de nuestra ropa, con el aseo de los zapatos, y utensilios, y desde luego con el lavado de manos. Evitar la contaminación cruzada, es cosa de todos. 


Sin salud, no abra manera de recuperar nuestros “bienes”; se debe trabajar ahora cumpliendo todas las medidas de sanidad, ser respetuosos y responsables; debo cuidar y cuidarme. Comenta, comparte y ayúdanos a sensibilizar a quienes ven por sus intereses particulares y no por los de la comunidad. Hasta la próxima historia de vida. Dra. Sandra Gómez Patiño.

 

 

 

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