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miércoles, 30 de septiembre de 2020

¿Qué tipo de niños requieren, disciplina militar? EP-Adolescencia




Sandra Gómez

 

 

Estimado lector, en la presente entrega les platicare de algunas experiencias con alumnos quienes vivieron internados y una escuela de “corte militar”. En ocasiones los padres delegamos en otras personas nuestra responsabilidad en la crianza de los niños una vez llegada la adolescencia, estos en definitiva se salen de control y algunos padres llegamos a creer que la educación militar es la opción. A continuación, les expondré algos casos y usted tómelos en cuenta como testimonio de la formación del MODELO ACADÉMICO MILITAR.



            Para quienes han leído mis publicaciones, tienen conocimiento de que por algunos años trabaje con jóvenes con problemas de conducta en un internado con mujeres y hombres de 11-18 años de edad. A algunos jóvenes se empezó a enviarles a un Colegio Militar que tenía una secundaria, con tiempo extendido, llegaban desde las 7 am y salían a las 4 de la tarde.   Como nota aclaratoria estoy hablando de dos Instituciones distintas.


            En entrevista con el director (Abogado-maestría en educación) del Colegio “Militar” me compartía que habían diseñado ese sistema para que los padres pudieran trabajar y “despreocuparse” por sus hijos. El enfoque era la disciplina, y mucho ejercicio físico sumado a un modelo de secundaria abierta, además les ofrecían estar inscritos en la escuela regular, para que no “perdieran” el ciclo escolar.


 Por otra parte, el director del Internado (Psicólogo clínico), ofrecía a los padres de familia un programa de 6-9 meses para “reformar” a los jóvenes. Su eje principal era la “Oración, creer en Jesús, la terapia de grupo, terapia individual y el ejercicio físico que incluía, correr, boxeo; al programa aporte desde mi saber los programas de “activación de la Inteligencia (Gómez, 2007)” con actividades académicas en las áreas de matemáticas, español y escuela para padres.


 En ambos casos los programas funcionaban para algunos de los jóvenes. En otros les generaba conocimientos sobre experiencias que ellos difícilmente habrían experimentado por su cuenta (…), como diría mi madre sus compañeros internos les “ponía Ideas” en sus cabezas, y estas vivencias que compartían no eran experiencias sanas, es decir el mensaje de “superación” se desvirtuaba y cuando salían del internado algunos volvían como “reclusos” por habérseles observado realizando conductas de Mucho Mayor riesgo que el o los eventos por los que la primera vez fueron llevados. En otras palabras, las experiencias compartidas en los grupos les incitaban a realizar hazañas a manera de reto. Esta parte me permite enumerar los tan populares y desafortunados retos de las redes sociales que hacen que muchos jóvenes pierdan la vida; por ejemplo, al tomarse alguna fotografía en un lugar en el que no se les hubiera ocurrido ir, sino es que el reto se publica; o que tal aquellos retos de dejar de respirar, o tomarse fotografías sin ropa y quedar vulnerables en la web (2020).


 Algunos de los participantes, en ambos escenarios presentaron estrés pos-traumático derivado de las actividades físicas y emocionales a las que fueron expuestos. No todos los cuerpos pueden ser llevados a los extremos físicos, para esto se requiere de un entrenador calificado, que en ambos casos no puedo decir que tuvieran las certificaciones. El ejercicio sin supervisión deriva en lesiones que pueden ser incluso irreversibles.


            En pláticas con el grupo de especialistas tanto en el colegio como en el internado, era recurrente escuchar que de los padres quienes llevaban ahí a sus hijos era porque “los niños gobernaban a los padres”. Ambos programas surgieron con excelentes intenciones para brindar apoyo a padres que se venían abajo (tiraban la toalla).






 En el documental que les recomiendo ver, un abogado criminalista dice “La fuerza nunca ha funcionado”, en los campamentos militares les hacen creer a los padres que si los obligas entonces se enderezan (…); Thomas M. Burton.


            Desde mi experiencia, antes de enviar a su hijo a cualquier escuela militar y/o internado, 1) Llévelo a una evaluación psiquiátrica, recuerde que su hijo puede tener alguna condición de desequilibrio bioquímico a nivel cerebral que haga que se comporte de esa forma errática. 2) Pregúntese, que ha hecho usted como padre o madre, es decir ¿Cuál es su contribución para que su hijo o hija, tenga esa conducta?; 3) Platique con el maestro y el psicopedagogo que ve a su hijo y grupo de amigos en la escuela; 4) Acérquese a la escuela del menor, pida orientación familiar; 5) Pregunte a otros padres de familia y organícense para recibir apoyo.


            En el documental sugerido, una madre explica que ella lo llevo al campamento porque en su “barrio” todos son pandilleros y quiere enfrentarlo a las consecuencias de seguir ese camino. En fin, cada padre tiene sus argumentos para internarlo, llevarlo a un colegio militar o a un campamento de verano.


 Lo único cierto es que TODOS, los padres modelamos conductas en nuestros hijos, es decir los niños y/o jóvenes hacen lo que ven en casa. Ellos buscan experiencias cercanas a lo que ven en las personas a quienes admiran, llámese futbolista, cantante, etc. Pero también pueden imitar a personas trabajadoras, profesionales en su quehacer; por ejemplo, a quienes obtuvieron los premios Novel, científicos, etc.


Pregúntate acerca del ambiente que les rodea: ¿Qué letra tienen las canciones que escuchan tus hijos? Esos son mensajes para su subconsciente. ¿Qué tipo de series y/o novelas, ven en su casa? Son modelos de vida que ellos desearan imitar; ¿Qué tipo de libros les acercas?, ¿Qué lees tú?, ¿Sigues estudiando, te actualizas? (…). ¡NO PIDAS A OTROS LO QUE TÚ NO ERES CAPAZ DE HACER O DAR! Los padres SOMOS EJEMPLO, si tiras la toalla y no haces tu trabajo de crianza, revisa tus prioridades. Siempre hay cosas urgentes que resolver, cosas necesarias en que invertir (…). Lo que es igual para todos es el tiempo. Los hijos y los padres tienen las mismas 24 horas, ¿se ven?, ¿conversan?, ¿conoces los sueños y deseos, el joven de su padre y el adulto de su hijo?, entre otras preguntas que te lleven a la comunicación asertiva.


 En conclusión, conoce a tu hijo(a); conversa, llévale a una evaluación médica general y sigan protocolos. Pide ayuda. Prepárate y cumple con tu Rol de guía, los hijos necesitan además de alimento en su mesa, requieren alimento para el alma, necesitan saberse queridos, protegidos (…), el respeto, la confianza como el amor son verbos de acción.


 Para ampliar el tema, lo relaciono con el documental revisado el 13 de septiembre 2020 en YouTube publicado por BBC Extra. “Controvertidos comportamientos de disciplina extrema para niños. Por BBC News Mundo, publicado en 2019.


 Hasta la siguiente historia de vida. Dra. Sandra Gómez Patiño. Comenta y comparte. Escuela para Padres (EP) la hacemos entre todos.

 

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