Sandra Gómez
Estimado lector, en la presente entrega les platicare
de algunas experiencias con alumnos quienes vivieron internados y una escuela
de “corte militar”. En ocasiones los padres delegamos en otras personas nuestra
responsabilidad en la crianza de los niños una vez llegada la adolescencia,
estos en definitiva se salen de control y algunos padres llegamos a creer que
la educación militar es la opción. A continuación, les expondré algos casos y
usted tómelos en cuenta como testimonio de la formación del MODELO ACADÉMICO
MILITAR.
Para quienes han leído mis
publicaciones, tienen conocimiento de que por algunos años trabaje con jóvenes
con problemas de conducta en un internado con mujeres y hombres de 11-18 años
de edad. A algunos jóvenes se empezó a enviarles a un Colegio Militar que tenía
una secundaria, con tiempo extendido, llegaban desde las 7 am y salían a las 4
de la tarde. Como nota aclaratoria
estoy hablando de dos Instituciones distintas.
En entrevista con el director
(Abogado-maestría en educación) del Colegio “Militar” me compartía que habían
diseñado ese sistema para que los padres pudieran trabajar y “despreocuparse”
por sus hijos. El enfoque era la disciplina, y mucho ejercicio físico sumado a
un modelo de secundaria abierta, además les ofrecían estar inscritos en la
escuela regular, para que no “perdieran” el ciclo escolar.
Por otra parte,
el director del Internado (Psicólogo clínico), ofrecía a los padres de familia
un programa de 6-9 meses para “reformar” a los jóvenes. Su eje principal era la
“Oración, creer en Jesús, la terapia de grupo, terapia individual y el
ejercicio físico que incluía, correr, boxeo; al programa aporte desde mi saber
los programas de “activación de la Inteligencia (Gómez, 2007)” con actividades
académicas en las áreas de matemáticas, español y escuela para padres.
En ambos casos
los programas funcionaban para algunos de los jóvenes. En otros les generaba
conocimientos sobre experiencias que ellos difícilmente habrían experimentado
por su cuenta (…), como diría mi madre sus compañeros internos les “ponía
Ideas” en sus cabezas, y estas vivencias que compartían no eran experiencias
sanas, es decir el mensaje de “superación” se desvirtuaba y cuando salían del
internado algunos volvían como “reclusos” por habérseles observado realizando
conductas de Mucho Mayor riesgo que el o los eventos por los que la primera vez
fueron llevados. En otras palabras, las experiencias compartidas en los grupos
les incitaban a realizar hazañas a manera de reto. Esta parte me permite
enumerar los tan populares y desafortunados retos de las redes sociales que
hacen que muchos jóvenes pierdan la vida; por ejemplo, al tomarse alguna
fotografía en un lugar en el que no se les hubiera ocurrido ir, sino es que el
reto se publica; o que tal aquellos retos de dejar de respirar, o tomarse
fotografías sin ropa y quedar vulnerables en la web (2020).
Algunos de los
participantes, en ambos escenarios presentaron estrés pos-traumático derivado
de las actividades físicas y emocionales a las que fueron expuestos. No todos
los cuerpos pueden ser llevados a los extremos físicos, para esto se requiere
de un entrenador calificado, que en ambos casos no puedo decir que tuvieran las
certificaciones. El ejercicio sin supervisión deriva en lesiones que pueden ser
incluso irreversibles.
En pláticas con el grupo de
especialistas tanto en el colegio como en el internado, era recurrente escuchar
que de los padres quienes llevaban ahí a sus hijos era porque “los niños
gobernaban a los padres”. Ambos programas surgieron con excelentes intenciones
para brindar apoyo a padres que se venían abajo (tiraban la toalla).
En el documental que les recomiendo ver, un abogado criminalista dice “La fuerza nunca ha funcionado”, en los campamentos militares les hacen creer a los padres que si los obligas entonces se enderezan (…); Thomas M. Burton.
Desde mi experiencia, antes de enviar
a su hijo a cualquier escuela militar y/o internado, 1) Llévelo a una
evaluación psiquiátrica, recuerde que su hijo puede tener alguna condición de
desequilibrio bioquímico a nivel cerebral que haga que se comporte de esa forma
errática. 2) Pregúntese, que ha hecho usted como padre o madre, es decir ¿Cuál
es su contribución para que su hijo o hija, tenga esa conducta?; 3) Platique
con el maestro y el psicopedagogo que ve a su hijo y grupo de amigos en la
escuela; 4) Acérquese a la escuela del menor, pida orientación familiar; 5)
Pregunte a otros padres de familia y organícense para recibir apoyo.
En el documental sugerido, una madre
explica que ella lo llevo al campamento porque en su “barrio” todos son
pandilleros y quiere enfrentarlo a las consecuencias de seguir ese camino. En
fin, cada padre tiene sus argumentos para internarlo, llevarlo a un colegio
militar o a un campamento de verano.
Lo único cierto
es que TODOS, los padres modelamos conductas en nuestros hijos, es decir los
niños y/o jóvenes hacen lo que ven en casa. Ellos buscan experiencias cercanas
a lo que ven en las personas a quienes admiran, llámese futbolista, cantante,
etc. Pero también pueden imitar a personas trabajadoras, profesionales en su
quehacer; por ejemplo, a quienes obtuvieron los premios Novel, científicos,
etc.
Pregúntate acerca del ambiente que les rodea: ¿Qué
letra tienen las canciones que escuchan tus hijos? Esos son mensajes para su
subconsciente. ¿Qué tipo de series y/o novelas, ven en su casa? Son modelos de
vida que ellos desearan imitar; ¿Qué tipo de libros les acercas?, ¿Qué lees
tú?, ¿Sigues estudiando, te actualizas? (…). ¡NO PIDAS A OTROS LO QUE TÚ NO
ERES CAPAZ DE HACER O DAR! Los padres SOMOS EJEMPLO, si tiras la toalla y no
haces tu trabajo de crianza, revisa tus prioridades. Siempre hay cosas urgentes
que resolver, cosas necesarias en que invertir (…). Lo que es igual para todos
es el tiempo. Los hijos y los padres tienen las mismas 24 horas, ¿se ven?,
¿conversan?, ¿conoces los sueños y deseos, el joven de su padre y el adulto de su
hijo?, entre otras preguntas que te lleven a la comunicación asertiva.
En conclusión,
conoce a tu hijo(a); conversa, llévale a una evaluación médica general y sigan
protocolos. Pide ayuda. Prepárate y cumple con tu Rol de guía, los hijos
necesitan además de alimento en su mesa, requieren alimento para el alma,
necesitan saberse queridos, protegidos (…), el respeto, la confianza como el
amor son verbos de acción.
Para ampliar el
tema, lo relaciono con el documental revisado el 13 de septiembre 2020 en
YouTube publicado por BBC Extra. “Controvertidos comportamientos de disciplina
extrema para niños. Por BBC News Mundo, publicado en 2019.
Hasta la
siguiente historia de vida. Dra. Sandra Gómez Patiño. Comenta y comparte.
Escuela para Padres (EP) la hacemos entre todos.
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