Sandra Gómez
Estimado
lector, los docentes en servicio hacemos mucho más de lo que ves frente a grupo.
En esta ocasión les compartiré algunas experiencias que podrán en perspectiva
el trabajo detrás de una clase; en este momento de la contingencia sanitaria
del COVID-19 (septiembre 2020) además se encuentra el reto de la atención al
alumno a una distancia segura lo que incluye la vía remota.
Las clases en
línea son un nuevo reto, que requiere el aprendizaje y dominio de nuevas
herramientas y nuevas formas de convivencia y supervisión. Habrá que hacer un
balance entre nuestras clases presenciales versus nuestras clases virtuales y
acostumbrarnos a la distancia segura.
No me cansare
de recordarles acerca del trabajo colaborativo docente, el apoyo de los
“colegas” es muy importante, ya que seguramente ellos posean estilos
particulares de enseñanza que pueden ayudar a nuestro alumno, a la vez que
nuestra forma de organizar, distribuir, o bien las propias clases presenciales
sean una etiqueta de “valor agregado” para uno de nuestros compañeros docentes.
Lo que quiero decir es que en el camino mientras aprendemos el uso de nuevas
formas de enseñanza es ideal apoyarnos de clases realizadas por “colegas” y topicalizarlas
a nuestro alumnado realizando algunas colaboraciones puntuales para ampliar el
documento por ejemplo un PowerPoint.
El tiempo que
debemos invertir a nuestros alumnos es mayor que en lo presencial. Las reglas deben ser claras y concretas. A los
alumnos se les debe guiar en esta nueva forma de abordar contenidos además de
supervisar. Las reglas de convivencia también se deben establecer, es
importante contar con clases en tiempo real aun si no son en aulas físicas.
Una sugerencia que haría, sería el
dar clases presenciales dos semanas consecutivas a un grupo (A) reducido y
cambiar de grupo (B) las siguientes dos semanas. Siempre los mismos alumnos, de
tal manera que se tenga un mayor control de su salud.
Desde luego los
cuadernillos PDF de trabajos no deben faltar, de preferencia a todo color para
que sean mayormente atractivos. Cuando estamos frente a grupo podemos dar apoyo
de manera individual y colectiva. A distancia también es posible, aunque el
refuerzo al comentario pueda demorar.
Una estrategia
es el uso del WhatsApp con esta aplicación de su teléfono puede hacer grupo, la
sugerencia es que cierre la opción de comentarios cada cierto tiempo, es decir
debe estar al pendiente de una vez que se publique algo (actividad programada) y
se deba comentar, se establezca un tiempo corto de preferencia fijo para
comentarios. A la par debe haber una cuenta de WhatsApp individual, entre el
alumno y el maestro de tal forma que se pueda expresar y que el docente pueda
corregir de manera individual. Con esta aplicación puede ligar contenidos a
libros en PDF, a videos de YouTube, a presentaciones PowerPoint.
Para quienes
damos clases, sabemos que la inversión de tiempo en la planeación y
organización de material, da frutos cuando se lleva a la práctica. Sin esa
planeación se volverá un Caos y se perderá la meta. Mantener informados a los
alumnos les da certeza. Asimismo, son importantes las evaluaciones que deben
ser consideradas desde el principio a través de su evaluación diagnostica. Una
estrategia muy usada a lo largo de toda la historia de la educación son las
tutorías que se pueden dar entre ellos mismos es decir “entre pares”. Respete sus propias reglas, sea ejemplo de
complimiento en horarios y entrega de cuadernillos semanales.
Idealmente, mantenga
comunicación abierta con el grupo de tutores, manténgales informados. Si logra
una comunicación asertiva con ellos, estos serán sus mejores aliados. Para esto
puede abrir por ejemplo un grupo de Facebook. En la medida que le conozcan y
confíen en usted como docente, estos se estresarán menos y en consecuencia sus
alumnos estarán emocionalmente mejor atendidos.
Declare e
informe de los tiempos de entrega, solo pida aquello que pueda revisar; no se
sature de trabajos que no tendrá tiempo de evaluar. Los alumnos se dan cuenta cuando sus trabajos
fueron leídos y cuando no.
La suerte en la docencia no existe, lo
que existe es la preparación en didáctica y la especialización en un quehacer.
Domine el contenido que le haya sido asignado. Trabaje en su persona, si usted
está bien emocionalmente, será capaz de trasmitir eso a sus alumnos y al grupo
de padres (tutores), obteniendo confianza y respeto a cambio.
Hasta la próxima historia de vida.
Dra. Sandra Gómez Patiño.
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