Sandra Gómez
Estimado lector, en esta ocasión les comparto la
historia de algunas familias quienes habitan el Estado de Jalisco en México;
esta historia se repite por diversos países entre quienes buscan “mejorar sus
condiciones de vida” y entre quienes creen que ganando más dinero “serán
felices”. Escribo en primera persona y me centro en el sueño americano, en los
Estados Unidos, yo como muchos mexicanos tengo más de un primo quien vive, o
vivió una experiencia similar.
Son muy afortunada de haber nacido en
una familia cuyo centro ha sido mi abuela materna, hoy les comparto la vida de
mi primo.
Cuando éramos niños salíamos juntos somos casi de la
misma edad, a las albercas, a la huerta, al río, al juego de futbol, y comíamos
juntos en su casa o con mi abuelita Cuca. En una visita me dijo mi tía tu primo
se fue a los Estados Unidos, por años no le vi, me decían que ahí andaba que
tuvo hijos en Estados Unidos y trabajo, pero que no podía cruzar para este
lado. La verdad creía que había alcanzado sus metas, que era muy feliz y que
por eso no me hablaba a pesar de que fuimos muy cercanos.
Un día regresó y me dio mucho gusto
verlo, pero sentía que a él no le daba el mismo gusto de verme a mi (…); más de
25 años habían pasado, yo también tenía familia e hijos grandes, justamente de
la edad de los suyos. Sus padres lo habían visitado tres veces en esos años,
pero dejo de ver a algunos de sus hermanos todo ese tiempo.
¡Mi querido primo no es el mismo, se quedó su alma en
los Estados Unidos y me regresaron un fantasma!
Cómo una bendición cuando regreso ambos padres vivía y
ellos se dedicaron a formarle una nueva alma los cuidados de algunas madres no
tienen precio, además su padre quien también le había extrañado todo ese tiempo
se sintió aliviado por su presencia, la deportación le había hecho regresar.
Poco a poco su
sonrisa volvió y siempre lo veo acompañado de su perro. Ese perro que posa
hasta en las fotos familiares, es su gran amigo. La mitad de su vida se quedó
en los Estados Unidos, hoy extraña a sus hijos y estos no tienen interés en
verlo, los valores familiares de sus hijos son tan distintos y la distancia no
ayuda.
Él ha vuelto a
trabajar en el campo y se siente bendecido de tener a ambos padres quienes le
cuidan, agradecido con la vida que le está dando una segunda oportunidad de
convivir con sus hermanas y hermanos de conocer y re-conocer sobrinos nietos,
de reencontrarse con sus amigos de la infancia, de volver a jugar futbol, de
poder salir libremente, de convivir y poder tomar alguna cerveza con sus
vecinos.
Él tuvo que
empezar de nuevo, aprendió que la felicidad está en donde están los tuyos, en
donde eres amado y respetado, que el dinero por sí mismo no te hace feliz; que
el tiempo es un recurso no renovable; que sus condiciones de vida no fueron lo
que esperaba en Estados Unidos, en donde tenía que estar encerrado y con miedo,
en donde no puedes ni hablar tu idioma, en donde se ve limitado tu orgullo
patrio y no puedes cantar en voz alta. Ciertamente sus condiciones de vida
cambiaron e incluso pudo tener un automóvil propio y hacerse de herramienta,
tener pareja (…)
La vida es lo
que construyes, ¡si eres feliz aquí, serás feliz en cualquier parte!; si tu
alma está dividida cuando te vas, no te ausentes. Querido primo, me hiciste
falta, talvez seriamos compadres (…); ¡espero que no estés únicamente de
visita!, se te quiere y esta es tu casa. La mejor de las condiciones de vida
son la libertad, el sentirse amado y respetado. El Estado de Jalisco, cuenta
con uno de los mejores climas del mundo, tienes la oportunidad que en su tierra
prácticamente todo lo que siembres se da; en Jalisco quien tiene hambre es
porque no trabaja la tierra.
Hasta la siguiente historia de vida. Dra. Sandra Gómez
Patiño.
No hay mejor lugar que tu casa, tu país ahí es donde está tu gente , los que te quieren y respetan . Sin olvidar que debe ser reciproco , que lo que das es lo que recibes. En todos lados hay oportunidades solo es tener voluntad y ganas de salir adelante. comentario en facebook de Veronica Bejinez
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