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viernes, 11 de septiembre de 2020

Las Personas con Conducta de Zopilote, ¿Conoces a Alguien así?




Sandra Gómez          

 


 Estimado lector, con el aniversario del fallecimiento del señor Alberto Aguilera, mejor conocido como “Juan Gabriel” acaecido el 28 de agosto de 2016, vinieron a mi memoria algunos casos que en su momento fueron motivo de consulta psicológica (…), en las siguientes líneas escribo sobre un caso que conozco de primera mano en presente (2020). A este capítulo lo llamaremos “los buitres #2”. 


De acuerdo con Wikipedia, “los buitres son aves rapaces del orden Falconiformes que suelen alimentarse especialmente de animales muertos, aunque a falta de estos, son capaces de cazar presas vivas (…). Hoy escribo de los “zopilotes humanos”, que en algunas familias abundan. Es mi costumbre contar historias reales, y hoy no es la excepción; lo triste es que de este modelo “buitre” tengo más de una historia.


Caso #2. Un hombre de 64 años, soltero, nacido en Tijuana B.C.; estudio Ingeniería civil en el Politécnico Nacional en ciudad de México, se distinguió por la construcción de grandes obras arquitectónicas con su equipo de colaboradores; algún día, a sus 45 años, decidió emigrar a los Estados Unidos de Norte América; el obtuvo la ciudadanía estadounidense; así que se fue a trabajar en la construcción en la ciudad de San Diego California; como muchos residentes de Estados Unidos, compro un departamento en la ciudad fronteriza de Tijuana, mismo que amueblo y acondiciono para vivir.  Un día se enfermó y termino con una embolia, lo que le dejo secuelas, y le impidió trabajar al 100%; el inadecuado cuidado y su desinterés por seguir las indicaciones de sus médicos, terminaron con mermar su salud física haciéndolo preso de su cuerpo y encerrado en su departamento en la parte alta de la torre; sus hermanos le visitaban y se percataron que en ocasiones su refrigerador no tenía los alimentos que necesitaba; asimismo, no tenía sus tratamientos médicos completos, ya que “sus amigos” quienes le administraban su dinero, no veían por su salud, sino más bien se beneficiaban de sus recursos económicos. Un tercer infarto le limito totalmente (invalido) y sus hermanos decidieron que para poder atenderlo les era más conveniente vivir juntos (65,64,60 años), dejando tras de sí el departamento amueblado que hasta esa fecha había habitado. Algún día una sobrina que hoy tiene 45 años apareció y dijo que necesitaba un lugar en donde vivir momentáneamente, y se decidió abrir las puertas del departamento y que esta señora les pagara una módica suma, equivalente a un tercio del valor de una renta en esa misma zona por un departamento así. Este caso real ha evolucionado en estos últimos cuatro años, lo que nos dice que la sobrina tenía 41 años cuando llego al departamento y en ese tiempo ha vivido acompañada de varias personas, en su mayoría adultos quienes son nacidos en Estados Unidos.  La “renta” asignada no la ha pagado, tiene de fecha hasta el 5 de cada mes, y cuando ocasionalmente la ha entregado ha sido comiéndose cuantos meses puede; en el mes de enero 2020, fue uno de sus hermanos a pagar el predial con sus propios recursos y le dijeron a la sobrina que abandonara el departamento, ella menciono que va a pagar y uno de los hermanos dijo: ya no pagues, desocupa (…). La situación es que el propietario del departamento requiere cada vez más atenciones que desde luego tienen un costo económico. La señora se ofendió e insulto a los hermanos del propietario, incluso su hijo (sobrino-nieto) les amenazo (…); al ver la situación, con los datos del predial fueron a revisar la cuenta de agua que asciende a más de ocho mil pesos, lo que indica que en los años que tienen ocupando el departamento no la han pagado (…), el ultimo pretexto fue que ¡no van a pagar a otra persona hasta que el dueño se los pida! (…).


Dígame usted si no es una actitud de buitre, desde el inicio la sobrina sabia la condición de su tío -hermano de su fallecida madre-; la persona de quien hablo (propietario) tiene un hijo biológico que vive en la ciudad de México, quien eventualmente llama por teléfono para saber de su padre e incluso le ha visitado; aun cuando puedo ver que no son cercanos, me queda claro en el caso#2 citado, sería este joven de 32 años quien tendría derecho sobre el departamento en el caso del fallecimiento de su padre, y no esta sobrina quien se ha apoderado del inmueble.


En ocasiones las personas quienes por si mismas no han logrado obtener propiedades por sus propios medios, les es “cómodo” despojar a su propia familia de aquellos bienes que, con esfuerzo, dedicación, constancia y ahorro han logrado “tener”. A estas personas quienes se aprovechan de las circunstancias ya sea familiar o no, son a las que llamo “zopilotes”; ¡no ha muerto y ya se lo están comiendo!


El dolor de ver situaciones como esta es grande, y LA LEY TAN LENTA, desde luego que lo que procede es un juicio de desalojo, en el que se tiene que invertir dinero que no abunda; ¿y por qué?, pues por una persona con conducta de zopilote.






Las personas dejamos de pensar en la muerte, hasta que la tenemos cerca y como en México hasta la festejamos hay quienes no tienen miedo de morir poco a poquito. Este es el caso de las enfermedades a las que no se les da seguimiento (hipertensión, diabetes, obesidad, etc.) y que te pueden llevar a la invalidez, física y/o mental.


En septiembre generalmente hay oportunidad de hacer testamentos a bajo costo, acérquese a la presidencia municipal y arregle todo acerca de sus bienes materiales. Nunca sabemos cuándo nos vamos a morir, pero es un hecho que eso va a pasar.


Cuídate de los zopilotes, aprende a conservar tus amistades y/o familia. Ten la certeza que algunos familiares no son quienes tú crees; lo mismo aplica con las amistades.


Vive plenamente, mantén fuerte los lazos familiares. Los bienes materiales son para mitigar “los males”; sin salud, disfrutaras muy poco de lo que tienes. Comparte y comenta, ¿conoces a alguien con conducta de zopilote?; hasta la siguiente historia de vida, el caso #3. Dra. Sandra Gómez Patiño.

 

 

1 comentario:

  1. Así, es no todas las personas tenemos los mismos valores y algo que se llama vergüenza... Leo Meza.

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