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martes, 29 de septiembre de 2020

Frenaaa....desenfrenado




 

Pedro Vargas Avalos 

 

 

A pocos sorprendió que el organismo llamado FRENAAA (Frente Nacional Anti AMLO) dirigido por fuerzas de la más radical oposición al gobierno del actual presidente de la República, hiciera un nuevo sainete el pasado 19 de septiembre en la ciudad de México, al pretender ocupar el zócalo de la gran metrópoli, cuando se recordaba por ciudadanos y gobierno, los tristes hechos de los temblores de esas fechas: el más mortífero en el año de 1985 y luego, una réplica menor en 2017. 



El sensacionalismo que caracteriza a ese minus-movimiento de la derecha más reaccionaria que existe en el país, hizo que se bajaran sus prosélitos de los lujosos autos en que protestaban y ahora se recurrió a las tiendas de campaña, por cierto, todas como uniformadas y flamantes, con la novedad de que lucieron vacías, en tanto su vociferante “líder” reposaba en confortable hotel. Toda una anécdota de la ridiculez. 


¿Quiénes integran este grupo extremista y picapleitos? Nos dice el estudioso de cuestiones religiosas y sociológicas, Dr. Bernardo Barranco, que lo componen grupúsculos de la clase media alta que no están dispuestos a aceptar, ni siquiera tolerar, el resultado electoral de 2018, por lo que, recurriendo a un discurso de odio, exigen la renuncia del primer mandatario federal. 


Como entre los pocos dirigentes identificados están personas aburguesadas (Gilberto Lozano, Lic. Juan  Bosco Abascal, Pedro Ferriz de Con) de quienes es fama pública  su oposición visceral a la Cuatro T, a la par de su poder económico, el mismo primer mandatario los trató con guante blanco y les manifestó en una mañanera, que les daba cordial bienvenida al zócalo, pero pidiéndoles que durmieran en las casas de campaña (no solo algunos sencillos ciudadanos que se asegura son modestos empleados de varios patrocinadores del movimiento) es decir, que pernocten  “los machuchones, los chipocludos, los fifís” que sostienen al desenfrenado FRENAAA. 





            En entrevista que el respetable periodista Rubén Luengas le hiciera al ininteligible señor Lozano, éste se desbordó en calificativos groseros hacia el presidente: lo llamó criminal, ilegítimo, corrupto y hasta comunista, además de espetarle otras bajezas. 


Estos señores de la mencionada entelequia camorrista, se valen de todos los medios para lograr sus fines: presiones mediáticas, uso de internet, ejercer acciones jurídicas, tramar ardides políticos, difundir noticias falsas y entonar rezos a grandes voces, sobre todo del Rosario, que a manera de reto lo pregonaron frente al hemiciclo a Juárez, en retadora actitud sinarquista cristera, que se enlaza al Yunque empanizado que añora la divisa de ¡Viva la religión!”.  Tal pareciera que el FRENAAA tuviese lazos de hermandad con el ultraderechista partido político español autollamado VOX. 


Entendido lo anterior, ¿cuál es el proyecto de este grupúsculo radical? Pues sencillamente liquidar (ellos dicen que antes de diciembre) la Administración Federal de Andrés Manuel López Obrador.  





¿Cómo lo harán? Aseguran que de igual manera como actuaron sus pares en Bolivia, o sea, quitando a un mandatario legítimo y supliéndolo a la fuerza por uno espurio. Como afirma un comentarista:No tienen otra propuesta que el caos, nada prometen salvo la fractura del orden constitucional y de la paz social.” Bajo tal premisa, el desquiciado Lozano jura que pronto estarán en el zócalo capitalino nada más ni nada menos que siete millones de mexicanos, y que no se moverán de allí hasta lograr su objetivo: derrocar al primer mandatario que arribó al poder con más de 30 millones de votos, lo que no les importa porque AMLO, para ellos, es presidente ilegítimo. ¡! 


Por lo antedicho, manifiestan estos “desenfrenados” que no deben esperar hasta la consulta sobre la revocación de mandato presidencial, programada para el 2022: ellos lo que ansían es expulsar de palacio nacional al presidente, quitárselo de enfrente. Están obsesionados en abatirlo, y acosarlo con fines de exterminio, no importa quien se perjudique ni beneficie del caos que ocasionarían y la ruptura del estado de derecho que provoquen.


Concluyendo: el FRENAAA está desenfrenado, y ya sabemos que lo desenfrenado, significa lo que no tiene contención, ni freno, solo disposición para los desmanes, obsesión para alcanzar un objetivo, aunque sea ilícito. Y esto para su patético líder, que es más católico ritual que cristiano, resulta como una cruzada en la cual, lograr su fin es mandato de la divinidad. Como en la Edad Media o quizás, anhelando revivir a la Santa Inquisición. 


 

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