Sandra Gómez
Estimado Lector, en publicaciones anteriores les he
presentado a las neurociencias; que se resume como el conjunto de disciplinas
que influyen en el conocimiento de cómo funciona el cerebro. Las neurociencias ofrecen teoría que apoya a
la educación. En esta publicación me centrare en la oportunidad que ofrece para
los educadores el conocimiento de cómo funciona el cerebro y algunas premisas
de la NEUROEDUCACIÓN.
De acuerdo con L Hart (1962) “Enseñar sin saber cómo
funciona el cerebro, es como querer diseñar un guante sin haber visto nunca una
mano”; hasta hace pocos años no existían los instrumentos físicos para “ver cómo
funciona la maquina viva”; imaginábamos e inferíamos, como funcionaba, con esa
información reflejada en las conductas enseñábamos. Hoy con la información
desde las neurociencias existen certezas de funcionamiento y se ven las
relaciones de estímulo-respuesta que además se pueden medir en tiempo real.
El científico como el educador, son ambos escultores
quienes deben saber cuál es su materia prima para poder optimizar los
resultados. Recordemos que cada individuo es único, y por ello educar es un
GRAN DESAFIO.
Para que los alumnos inicien en el camino de su propio
aprendizaje, es importante hacer de su conocimiento los recursos con los que
cuentan, enseñarles a hacerse de los recursos que les hacen falta y lo más
importante optimizar TODOS LOS RECURSOS. Llámense recursos físicos inherentes a
la persona o recursos humanos a su alrededor, que pueden encontrar en videos,
lecturas, o tutorías especializadas.
Las personas de acuerdo a los estudios del cerebro
necesitamos ligar los conocimientos a una EMOSIÓN, para poder fijarlo en
nuestra memoria. De los estudios del cerebro se sabe que es falsa la idea de
que el cerebro funciona por “módulos”, el cerebro funciona como un “todo”; aun
cuando algunas partes físicas del cerebro se iluminan en el escáner cerebral
después de alguna pregunta, la respuesta se da con otra parte del cerebro. En
otras palabras, existe una RED que se encarga del proceso de aprendizaje.
Las emociones son un impulso para hacer funcionar la máquina,
las emociones captan nuestra atención y fijan el conocimiento. El cerebro es el
órgano del aprendizaje porque cuenta con la neuroplasticidad que permite que se
reorganice una y otra vez a lo largo de la vida. De aquí que a cualquier edad
cronológica se puede aprender. Para consolidar el aprendizaje es importante la
memoria a largo plazo; se ha descubierto que esta funciona mejor cuando para
aprender (input) se usan más de uno de nuestros sentidos, ya que se hacen
asociaciones que permiten evocar (output) esas memorias gracias a esos estímulos
sensoriales; por ejemplo, a mí me recuerda Navidad, el olor a pino, canela y
ponche de frutas. De ahí se desprenden imágenes con luces y me emocionan
algunas canciones. Para aprender hay que ocasionar un gran impacto emocional, y
se consolida con la repetición acompañada de “novedad”.
Una clase se recuerda por los detalles novedosos en
que se presenta, si se repite siempre de la misma forma, el cerebro no la
almacena. La “novedad sacude” y hace que los circuitos neuronales se
reorganicen.
Los estudios de las Inteligencias Múltiples aportan
que las personas aprendemos de diferentes formas “preferenciales” es decir los
niños y adultos tenemos diferentes “caminos/ pistas” para aprender. La clave
que los maestros deben utilizar son la repetición creativa, esto se logra presentando
los contenidos desde diferentes ángulos y con diferentes técnicas, para lograr
una memoria a largo plazo variada, es decir presentar contenidos dirigidos a
estimular diferentes sentidos (ojo/imágenes; voz/sonidos; manos, cuerpo piel/
haciendo; nariz/ aromas que asocien conceptos).
“Si el niño no está aprendiendo de la forma que tú le
estas enseñando, no le estas enseñando de la forma que él puede aprender” (Dunn
R; y Price G., 1979).
¡No todo funciona para todos los estudiantes!; en
estos tiempos se nos pone a prueba como docentes. Los contenidos deben ser
trabajados de diferentes maneras a lo largo del periodo de aprendizaje.
En tanto más sepamos acerca de cómo funciona el
cerebro y con esto aprendamos como aprenden nuestros alumnos, mejores maestros
seremos, aprendiendo de ellos y enseñando desde diferentes estilos de
aprendizaje; diseñando clases con diferentes estilos de enseñanza.
Hasta la próxima historia de vida. #clases
magistrales. #soy orgullosamente maestra; hasta la próxima historia de vida.
Dra. Sandra Gómez Patiño.
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