Juan
José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán
Agradeciendo
la amistad y buena relación que hay con el maestro Pedro Mariscal, así como la
información que me proporcionó acerca de su aniversario número 40 como egresado
del Centro Regional de Educación Normal (CREN) de Ciudad Guzmán, me permito
transcribir parte de lo comentado por él sobre el tema, considerando que si
bien son datos muy personales, dan cuenta de lo que en el pasado fue y en la
actualidad es, por fortuna, este importante centro de formación de educadores
desde su apertura como tal.
Pedro Mariscal formó parte de la
Generación 1976/1980, que inicialmente la conformaron 300 alumnos de los cuales
sólo 280 concluyeron su carrera pues, en el camino y por diversos motivos, 20
de ellos dimitieron; en cuya formación se incluía su capacitación en
mecanografía para que estuvieran a la altura de aquellos tiempos, sin celular y
sin computadoras, para poder redactar oficios, solicitudes de apoyo para los
alumnos o las escuelas ante las autoridades civiles o educativas, eran tiempos
de mística magisterial y de entrega a las comunidades a las que se les
destinaba.
Y era, en esos tiempos, el ir a
impartir sus conocimientos al medio rural, al que se trasladaban como podían, a
veces a pie cubriendo grandes distancia, a lomo de burro o caballo y, cuando
bien les iba, en vehículos; tractores o camionetas de redilas, al lado o sobre
botes con leche o pacas de alimento para el ganado, recorridos que a veces les
tomaba 7 u 8 horas, llegando incluso a montarse en los vehículos que extraían
madera de los bosques conocidos como “lanzas”, incluso sobre los mismos troncos
con los riesgos que ello implicaba, pero lo importante era ir y estar
cumpliendo con la encomienda de educar.
Aparte, estar en el medio rural, con
todas las carencias e incomodidades, eran retos aleccionadores para el maestro,
quienes aguantaban los primeros tres días, luego los tres meses y por último
los tres primeros años haciendo su misión en estas condiciones, ya la hacían,
es decir se quedaban como maestros, pero muchos prefirieron emigrar hacia los
Estados Unidos de América, entre un cinco y diez por ciento de los egresados,
porque aparte el salario que les pagaban era, en mucho, inferior a lo que
ganaba un cortador de caña y ya no se diga con empleado de la entonces
cementera Tolteca de Zapotiltic.
“En aquellos tiempos nos pagaban
unos 35 mil pesos quincenales, pero se pagaban rentas de 5 mil o más, no rendía
el dinero para nada. Fue hasta que se implantó la Carrera Magisterial, por
mediación de la maestra Elba Esther Gordillo, cuando mejor le fue al maestro,
mejores salarios que le permitieron comprar una casa, un coche, lográbamos
plaza inicial a los tres años en categoría “A”, a los seis; categoría “B”,
realizábamos exámenes anuales, sosteníamos reuniones con los padres de familia,
los mismos compañeros nos evaluaban y con ello ir mejorando, la maestra Elba Esther hizo buenos acuerdos,
aunque había quienes no la quería, lo que se mantuvo de 1992 al 2012, pero, con
el gobierno encabezado por Enrique Peña Nieto, todo se vino abajo, se le dio
fin al programa de la Carrera Magisterial”, dijo Pedro Mariscal.
PLANTA
DE MAESTROS
MUY QUERIDA
Entre otros buenos recuerdos, Pedro
Mariscal señaló que la planta de maestros que les tocó a las generaciones de
las cuales formó parte, era muy querida y respetada por sus alumnos, de hecho
fueron de los fundadores del CREN, maestros comprometidos con sus alumnos y sus
carreras, cuya entrega se recuerda con cariño, cuando la institución era parte de
la comunidad, no sólo de Ciudad Guzmán, sino en la Región sur, con su rondalla
amenizando eventos sociales, sin paga; “pagábamos porque nos alquilaran”-dijo
Pedro Mariscal-, equipos de fútbol y su ballet folclórico, de buena fama. “Eran
tiempos de gloria, de sanas y duraderas amistades, jóvenes de entre 15 y 18
años de edad, algunos que se unieron en matrimonios sólidos que todavía se
mantienen juntos, amistades que perduran pese al tiempo”, agregó.
Como anécdota destacada, entre otras
muchas cosas que vivió, Pedro Mariscal señaló que pisó la cárcel de Ciudad
Guzmán en diciembre de 1980. Resulta que, por meter orden, él y otro compañero
fue detenido y gaseado por la policía. “En esa fecha hubo dos celebraciones,
porque no se pusieron de acuerdo, por un lado, el baile de los maestros y por
el otro de los egresados, éste se llevó a cabo en el Club Zaro. Cuando
detuvieron a un compañero y lo subieron a la perrera, yo intervine preguntado
el por qué se le detenía, y sin más me subieron también y nos llevan al tambo.
Los alumnos pararon el baile y en grupo se manifestaron afuera de la
presidencia pidiendo nuestra liberación, por la mediación de la maestra Celia
Rangel (qepd), ante el entonces Secretario General del Ayuntamiento, profesor
Andrés Ruiz Mojica, nos dejaron el libertad un hora y media después de haber
sido detenidos, por lo que posteriormente fuimos a la casa de la maestra, ya en
la madrugada, para agradecerle su intervención, la cual nos mandó a dormir
porque ya era de madrugada”, agregó el maestro Pedro Mariscal.
Muy importante compartir... gracias a maestros así,se sembró la idea de la importancia de la docencia
ResponderBorrarMuy importante compartir... gracias a maestros así,se sembró la idea de la importancia de la docencia
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