El
Volcán/Sader
El
ancestral procedimiento del Sistema Milpa que combina la convivencia en las
parcelas de maíz, frijol, chile y calabaza, de nueva cuenta es promovido por la
Secretaría de Agricultura y Desarrollo (SADER-Jalisco) para generar
alternativas de rentabilidad y restauración de tierras deterioradas.
El
director general de Desarrollo Rural de la dependencia estatal, Martín de la
Rosa Campos, informó que se tienen etiquetados recursos de 23 mil pesos por
hectárea como estímulo para el productor, para el establecimiento de unidades
productivas de una hectárea para promover esta modalidad que conlleva comprobadas
ventajas en reducir costos y en revertir el deterioro de suelos erosionados y
de baja fertilidad; además de ser una fuente para el autoconsumo de alimentos.
Asimismo,
detalló que la convivencia del frijol y el maíz permite que el primero ayude a
la fijación del nitrógeno en las raíces del cereal, lo que supone el ahorro en
los costos de la fertilización. Además de que la presencia de la calabaza propicia
una menor emergencia de malezas, y con ello, bajar costos de los herbicidas.
Al abundar sobre esta modalidad, explicó que hay el objetivo “de que esos terrenos que fueron abandonados se reactiven otra vez y sean productivos. Y para hacerlos productivos, es con este mecanismo del trabajo de los cultivos y un poco de fertilidad a través de materia orgánica, que son los estiércoles. Con esto estamos contribuyendo a tres elementos: autoconsumo, una producción mayor que ya deja utilidades y restauración de las parcelas”.
Mencionó que, en el contexto de encarecimiento del frijol, será muy oportuno su cultivo, máxime que se cuenta con variedades certificadas de esta leguminosa del banco de semillas coordinado por el experto Rogelio Lépiz, del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), de la Universidad de Guadalajara.
Por
cierto, algunas variedades de frijol promovidas en este sistema tienen gran
demanda regional como el bayo berrendo y el azufrado bolita, de sabores muy
deliciosos, en comparación con el sabor del frijol peruano.
De
la Rosa resaltó que en este año se tendrá la novedad de la disponiblidad de un
grano de maíz hojero, cuya hoja del elote tiene gran demanda para la
elaboración de tamales, lo que plantea una fuente adicional de ingresos, si se
considera que un kilogramo de hojas tamaleras se cotiza entre los 50 y 60 pesos
en su precio de menudeo en el mercado.
La
alternativa del recurso de apoyo se tendrá disponible para todas las Regiones
del Estado, dándose preferencia a las zonas marginadas.
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