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jueves, 20 de agosto de 2020

Siguen productos al alza

 


 

 

Juan José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán

 

 

La ausencia de vigilancia y sanción por parte de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), posibilita el abuso que algunos comerciantes que de manera constante elevan los costos de los productos que venden, principalmente aquellos que se consideran de la canasta básica, de mayor consumo popular y que son parte importante en la alimentación de las familias de menores ingresos económicos.



           

Huevo, jitomate, tomate, papas, tortilla, frijol, entre otros productos comestibles de alto consumo, son objeto de una constante variación de su precio, los más al alza. Algunos comerciantes justifican la medida como escasez de mercancías, unas debidas al temporal de lluvias o bien que ha bajado la producción a causa de la crisis por la pandemia del COVID-19, pero no les tiembla la mano para de un día para otro subirle dos o más pesos al kilo de jitomate, de huevo, de las papas o las tortillas, tienen libre albedrío para actuar y la complicidad, por ausencia, de la PROFECO.


            También se ha descontrolado el costo de los combustibles, gasolina magna, premium y el diésel. Antaño, el diésel era el más barato de los carburantes, lo que beneficiaba mucho a los supuestos productores agrícolas, ahora está a un precio más elevado que el de las propias gasolinas. A eso hay que agregar que sigue la ordeña, es decir, el cliente paga por litros que no recibe completos y a precios que superan los 19 pesos, cuando meses atrás costaba menos por disposiciones del gobierno federal de no aumentar los precios.


            No es la primera ocasión que se hace este tipo de señalamientos, sin embargo no se ha sabido, cuando menos de manera oficial, que la PROFECO haya actuado en el municipio para verificar precios y, en su caso, sancionar su posible violación o aumento del precio oficial o autorizado para la venta al público, no queda a la oferta y la demanda, sino a criterio de quienes abusan de las circunstancias, de las necesidades de la gente por las limitaciones que se han impuesto por la pandemia del COVID-19.


            Ojalá y las autoridades locales tomaran cartas en el asunto, que si no está en sus manos corregir desmanes que se cometen en contra de los consumidores, cuando menos gestionen la presencia de funcionarios de la PROFECO para que hagan su trabajo, que verifiquen precios, que vigilen y en lo que cabe eviten el alza de los productos, las irregularidades se cometen por la ausencia de vigilancia, de sanción por abuso al elevar costos más allá de lo autorizado o considerado como propio en un producto de origen natural o de los fabricados y embazados, que también tiene mucha demanda y forman parte de la alimentación o dieta de las personas.


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