Paco
Olvera/El Volcán
Hace 4
años un amigo me presentó a un argentino de nombre Matías, un nombre muy común
y más que en Guadalajara estaba muy de moda por el entonces entrenador de
Chivas de apellido diferente.
Poco
a poco se maduró el proyecto y tras un cambio de fecha y un diluvio que cayó
ese día en Zapopan se llevó a cabo el partido ante Leyendas del Guadalajara
(Chivas 97).
Pasó
el tiempo y nuestra amistad siguió adelante y el año pasado este mismo
argentino me invitó nuevamente a vivir el siguiente paso con River Plate, ahora
sería la fundación de los centros de formación oficiales en México y el 30 de
Julio del 2019, llegó por fin a Guadalajara el documento oficial para arrancar
la aventura.
Se
buscó una casa adecuada al nombre de la institución que al ser ni más ni menos
que el de él equipo más Grande del Continente (acababan de derrotar a Boca
Juniors en Madrid en la final de La Copa Libertadores 2018) era el momento
adecuado para arrancar el sueño.
Matías
Vellaz estaba logrando algo impensable en otro tiempo, su amor al equipo de la
banda roja que cruza el pecho estaba tomando forma allá por los rumbos del
Bajío en Zapopan, de ahí un tiempo a picar piedra en una instalación deportiva
del estado y aún con el paro general por la pandemia ni River ni Matías estaban
para desanimarse y se aprovechó el tiempo para reestructurar el proyecto.
Siendo
ahora en el sur de la ciudad la nueva casa de River Plate México, con un nuevo
aire y aceptación general, logrando quedarse con su primer título en un Torneo
por invitación y con esto diciendo a la sociedad futbolera: Aquí esta River
dispuesto a pelear y lograr un lugar especial en este país.
He
regresado a casa a acompañar a quien ahora veo como un hermano ahora Matías
Vellaz no es un loco, es un triunfador que ha derrotado la adversidad por
lograr su sueño, como en todo proceso se sufre y se goza, y ahora en el tiempo
de la pos-pandemia podemos asegurar que el equipo más grande del continente americano
estará bien representado en México por chicos y chicas que sienten los colores
y saben de la historia que los compromete a ganar al enfundarse en un manto
sagrado como lo es la camiseta de River Plate.
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