René
Chávez Deníz*
De
joven trabajó como la mayoría, limpiando cañaverales con Don Gonzalo Ochoa, fue
albañil, carpintero y en sus últimos años se dedicó como distracción a fabricar
instrumentos para mariachi.
En la familia hay un buen número de músicos
mariacheros.
Al
darse cuenta que de jornalero no podría sostener los gastos del hogar, dejó el
campo para dedicarse a la música; aprendió a tocar el guitarrón, la vihuela y
el arpa, instrumento que tocó hasta que dejó la música a fines del siglo
pasado.
En
1939 lo invitó Don Silvestre Vargas a su mariachi; fue siempre un músico sin
conocimientos de la escritura musical como Don Gaspar y Silvestre, así como la
mayoría de los mariacheros de esa época.
En
el Distrito Federal le tocó conocer en la radiodifusora W a los grandes
artistas de la edad de oro del cine mexicano; fue para él una experiencia
inolvidable, pero llegó el día en que le preocupó más la familia y regresó a
este pueblo para seguir tocando los sones jaliscienses, con otros compañeros
que también se habían regresado del Mariachi Vargas; y que a la fecha ya no
existe ninguno.
Cuatro
años después se va a la ciudad de Guadalajara con su familia, donde ahí radica
muchos años.
Podemos
decir que Don Blas fue grande en la música porque participó en grupos de los
mejores como: Los Caporales de Jalisco, Charros de Jalisco y el popular de
Jalisco.
De
sus hijos, José, es compositor y fue el director del Mariachi Vargas, sus tres
hijos siguieron la música. Fernando, que en paz descanse, fue un gran músico,
compositor y director del Nuevo Mariachi Tecalitlán; sus cuatro hijos forman
actualmente un equipo: Ángel lo administró, Carlos lo dirigió y es compositor
inspirado, Fernando es compositor y con su experiencia orienta y equilibra al
grupo y Alejandro, el más joven busca lo novedoso, lo atractivo para estos
tiempos.
Dos
hijas de don Blas también han cooperado al engrandecimiento de la música
mexicana: Carmen tiene 5 hijos músicos. Dos son maestros que han formado
mariachis, Alfredo es director del Mariachi Show Popular; otra hija, Teresa,
tiene 4 hijas, dos de ellas tocan en el Femenil Tecalitlán.
Bastantes
son los descendientes directos que son músicos de los buenos; en Guadalajara
son conocidos por “Los Martínez”; en fin, es justo el reconocimiento que
Tecalitlán le da a don Blas, por ser uno de los mariacheros de más larga
trayectoria en Jalisco, pero sobre todo porque junto con sus hijos, han hecho
vibrar al mundo entero con el Son de la Negra, Tecalitlán, el Viajero, México
Lindo, etc…
Don
Blas Martínez Panduro falleció el 10 de agosto del 2016. En paz descanse.
*Cronista
de Tecalitlán.
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