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jueves, 20 de agosto de 2020

Orígenes de la veneración a la santísima Virgen de Guadalupe, patrona queridísima de Tecalitlán


 



René Chávez Deniz*

 

 

Celebrar con esplendor, nuevo cada año, las fiestas patronales de ese pueblo en honor a la Sma. Virgen de Guadalupe su singularísima patrona.


Y ese patronato no es de vida reciente e indeleble; jurado, según los más fehacientes documentos, en la segunda mitad del siglo XVII ha echado raigambres robustas y fecundas.


Dígalo si no, la entusiasta y fraternal competencia que se entabla entre los piadosos hijos de Tecalitlán por honrar este con mayor fastuosidad que aquel, el día que en las solemnidades se les asigna. y ya pueden la miseria sentar sus reales, en sus familias y bienes; ya pueden los terremotos dar en tierra con sus más exiguas economías: sucumbirán primero en la penuria que escatimar sacrificio en la celebración de sus tradicionales fiestas patronales.


Ese ahínco, ese fervor no es común lo heredaron de sus antepasados que, en todos sus actos, y principalmente en los más trascendentales buscaban la honra y loor de su jurada patrona háblanos de esta verdad los referidos documentos.






Es esta una de las páginas más interesantes y gloriosas, en lo espíritu y religioso, para el pueblo de Tecalitlán, pagina correspondiente a los documentos dictados por el mismo alcalde mayor, capitán D. Miguel Pérez Ponce de León, fundador del dicho pueblo y autorizados con su firma y letra y la de sus diputados : documentos que se guardan en el archivo de la presidencia municipal local y es como sigue: “y advirtiendo lo incomodo de la ora despedí a los naturales de Tuxpan y retirándome con los de Tecalitlán se concluyó la operación del día emplazando a los segundos (iban a ser los naturales de Zapotiltic para el lunes trece del corriente respecto hacer el de la mañana el felicísimo de la aparición de Ma. Santísima de Guadalupe”.


Y bajo su amparo sean acogidos los nuevos pobladores distinguidos del valle con el nombre de María Santísima de Guadalupe en cuya veneración, debidos cultos le labran templo a expensas de su personal trabajo que resguardando las costas y puertos del sur afiance a nuestro católico monarca sus dichosos dominios tan útiles como ignorados en esta parte en cuyo crédito laboro sin más interés que el beneficio de tantas almas servicio del rey que poblada la tierra rinda a ambas majestades progresos felices para su constancia lo firme con los de mi gente. Doy fe Pérez de León, José Martínez Romero, Rafael de los santos y Sendejas Miguel José Prez Ponce de León, Sn. Miguel Rubrica.”


Lo más probable es que el patronato fue antes de la formación del plano de la construcción del templo primitivo y de la fundación del pueblo; porque el Sr. Capitán Pérez Ponce de León al llegar a este lo bautizo y llamo, como queda dicho: “Valle de N. S. de Guadalupe”.


El sábado, 18 de diciembre de 1779, día dedicado a la Sma. Virgen María de Guadalupe en que dio posesión a los nuevos pobladores de Tecalitlán; estos suplicaron que tuviera la solemnidad predicha con lo que probaron el amor a su querida Madre (ya patrona) la virgen Sma. De Guadalupe que veneraban en su templo.


Queda, por tanto, evidenciada la aproximada antigüedad del patronato guadalupano. Así honraron los corazones padres a la celestial patrona; no menos la subliman los retoños de aquellos corazones rebosantes de amor y devoción a Santa María de Guadalupe.


Una de las páginas más guadalupanas más gloriosas, dictada y autorizada con la firma del fundador de Tecalitlán, Dn. Miguel Pérez Ponce de León. Foto: (Libro Homenaje a Tecalitlán, Miguel Barajas, 1941, pág. 6)



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