René
Chávez Deniz*
Celebrar con esplendor, nuevo cada año, las fiestas patronales de ese pueblo en honor a la Sma. Virgen de Guadalupe su singularísima patrona.
Y
ese patronato no es de vida reciente e indeleble; jurado, según los más
fehacientes documentos, en la segunda mitad del siglo XVII ha echado raigambres
robustas y fecundas.
Dígalo
si no, la entusiasta y fraternal competencia que se entabla entre los piadosos
hijos de Tecalitlán por honrar este con mayor fastuosidad que aquel, el día que
en las solemnidades se les asigna. y ya pueden la miseria sentar sus reales, en
sus familias y bienes; ya pueden los terremotos dar en tierra con sus más
exiguas economías: sucumbirán primero en la penuria que escatimar sacrificio en
la celebración de sus tradicionales fiestas patronales.
Ese
ahínco, ese fervor no es común lo heredaron de sus antepasados que, en todos
sus actos, y principalmente en los más trascendentales buscaban la honra y loor
de su jurada patrona háblanos de esta verdad los referidos documentos.
Es
esta una de las páginas más interesantes y gloriosas, en lo espíritu y
religioso, para el pueblo de Tecalitlán, pagina correspondiente a los documentos
dictados por el mismo alcalde mayor, capitán D. Miguel Pérez Ponce de León,
fundador del dicho pueblo y autorizados con su firma y letra y la de sus
diputados : documentos que se guardan en el archivo de la presidencia municipal
local y es como sigue: “y advirtiendo lo incomodo de la ora despedí a los
naturales de Tuxpan y retirándome con los de Tecalitlán se concluyó la
operación del día emplazando a los segundos (iban a ser los naturales de
Zapotiltic para el lunes trece del corriente respecto hacer el de la mañana el
felicísimo de la aparición de Ma. Santísima de Guadalupe”.
Y
bajo su amparo sean acogidos los nuevos pobladores distinguidos del valle con
el nombre de María Santísima de Guadalupe en cuya veneración, debidos cultos le
labran templo a expensas de su personal trabajo que resguardando las costas y
puertos del sur afiance a nuestro católico monarca sus dichosos dominios tan
útiles como ignorados en esta parte en cuyo crédito laboro sin más interés que
el beneficio de tantas almas servicio del rey que poblada la tierra rinda a
ambas majestades progresos felices para su constancia lo firme con los de mi
gente. Doy fe Pérez de León, José Martínez Romero, Rafael de los santos y
Sendejas Miguel José Prez Ponce de León, Sn. Miguel Rubrica.”
Lo
más probable es que el patronato fue antes de la formación del plano de la
construcción del templo primitivo y de la fundación del pueblo; porque el Sr.
Capitán Pérez Ponce de León al llegar a este lo bautizo y llamo, como queda
dicho: “Valle de N. S. de Guadalupe”.
El sábado, 18 de diciembre de 1779, día dedicado a la Sma. Virgen María de Guadalupe en que dio posesión a los nuevos pobladores de Tecalitlán; estos suplicaron que tuviera la solemnidad predicha con lo que probaron el amor a su querida Madre (ya patrona) la virgen Sma. De Guadalupe que veneraban en su templo.
Queda,
por tanto, evidenciada la aproximada antigüedad del patronato guadalupano. Así
honraron los corazones padres a la celestial patrona; no menos la subliman los
retoños de aquellos corazones rebosantes de amor y devoción a Santa María de
Guadalupe.
Una
de las páginas más guadalupanas más gloriosas, dictada y autorizada con la
firma del fundador de Tecalitlán, Dn. Miguel Pérez Ponce de León. Foto: (Libro
Homenaje a Tecalitlán, Miguel Barajas, 1941, pág. 6)
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