Sandra Gómez
Estimado lector, hemos abordado el tema de las
Necesidad Educativas Especiales (NEE) en relación con la responsabilidad de
educar para la vida a cargo de los padres y el Estado (gobierno). El tema de hoy
es la deficiencia mental congénita y la diferencia con la demencia.
De acuerdo al Diccionario de la Ciencias de la
Educación, “Oligofrenia (Del gr. Olígos, poco, escaso y phren, entendimiento,
inteligencia). La oligofrenia es una patología psíquica que consiste en una
deficiencia mental grave. Se diferencia de la demencia en que es congénita o adquirida en los
momentos iniciales de la maduración, mientras que la demencia se refiere a un
déficit de inteligencia en individuos que anteriormente han seguido un
desarrollo normal. Las causas de la oligofrenia son muy diversas tales como
factores genéticos, factores tóxicos o infecciosos durante el desarrollo
intrauterino, traumas durante el parto, factores patógenos, neonatales, etc.;
se divide en tres grados 1. El débil mental cuyo coeficiente intelectual (CI)
está entre 70-50; 2. Imbecilidad (CI entre 30-50); 3. Idiocia (CI menor de 30).
Las alteraciones al sistema nervioso presentan un déficit de algunas funciones
intelectuales, ocasionando problemas de adaptación social (Dicc. CE; 2002, p.1032)”.
A pesar de que una persona tenga escasa inteligencia,
de igual forma tiene derechos como cualquier ser humano. En el caso particular,
requieren de un cuidador, que generalmente son los padres quienes se deben
hacer de recursos para la ardua tarea de educar para la vida. Como hemos citado
en publicaciones alternas, los padres y/o cuidadores no son eternos, y también
requieren de cuidar su propia integridad física y emocional.
“Doll en 1941 detallo seis características que se
conceptúan propias de la deficiencia mental: 1. Incapacidad social; 2.
Incapacidad mental; 3. Defectos o tareas en el desarrollo; 4. Lesiones
orgánicas; 5. Persistencia durante la edad adulta; 6. Total imposibilidad de
curación (aunque sus consecuencias pueden mitigarse por medio de un tratamiento
adecuado) (Dicc. CE; 2002, pp.369-370)”.
Educar para la vida es una función que debemos tener
todos los adultos involucrados en la crianza de un niño, si el niño presenta escaso
entendimiento, y se sabe que esta persona necesitara cuidados especiales para
toda su vida, es importante ofrecer algún tratamiento puntual y adecuado. El
ser una persona útil para la sociedad, se verá mermado por su poco
entendimiento; pero, aun así, y precisamente porque es así se le debe
normalizar al máximo para permitirle su integración a la sociedad. Cuando la
deficiencia mental es profunda (CI.20) poseen un comportamiento impulsivo y
reflejo reducido prácticamente a lo impulsivo. Precisamente bajo esta condición
de vida es de suma importancia la educación a sus conductas.
Con personas que presentan oligofrenia, se deben tener
planes desde el gobierno para apoyar a sus familias. La educación inclusiva
debe ofrecer oportunidades a estas personas para que alcancen su máximo
potencial a la vez de “entrenar” a la familia para hacer cumplir sus derechos
humanos.
Las mujeres embarazadas deben cuidarse de los factores
toxico infecciosos como la sífilis, rubeola, toxoplasmosis, entre otras
enfermedades infecciosas para garantizar que su bebé, nazca con un mayor número
de oportunidades de estar sano física y mentalmente.
Los factores del medio ambiente también se deben tomar
en cuenta a lo largo del desarrollo del embarazo, el nacimiento y dar
seguimiento al desarrollo del niño “sano”, a través del cumplimiento puntual
con sus citas médicas para revisión y aplicación de vacunas. Existen protocolos
para la atención del niño, los padres deben estar atentos.
Las carencias sociales y afectivas dirigidas a las
personas con esta condición de vida solo degradan a la sociedad. Seamos incluyentes, procuremos las vacunas,
hagamos cumplir los derechos a la salud, formemos seres humanos sensibles a las
necesidades educativas especiales de otros. Cuida a los adultos mayores quienes
tienen demencia; cuida tu propia salud física y mental; para evitar tener
demencia senil, mantente activo aprendiendo nuevas cosas en nuevos campos, tal
vez aprender a cuidar a personas con Necesidades Educativas Especiales. Siempre
hay algo que enseñar y mucho por aprender.
Hasta la próxima historia de vida, Dra. Sandra Gómez
Patiño.
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