Sandra Gómez
Estimado lector, en tiempos de crisis económicas y de
salud, pensar SER la persona más feliz del mundo debería generarnos por lo
menos curiosidad. Mattieu Ricard estudio biología molecular, es escritor y monje
budista.
Escuchando al Dr. Ricard en varias entrevistas
publicadas en YouTube, creí oportuno citar algunas de las frases que reflejan
su pensar y sentir, del tema la felicidad, en relación con mi autoconcepción
del término. En principio se entiende al termino FELICIDAD como: “Estado de
ánimo de la persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que
desea o por disfrutar de algo bueno”. Con esta idea en la mente le invito a
leer algunos de los puntos de vista del Dr. Mattieu Ricard y comparar con el
momento histórico “COVID-19” de salud en el mundo que nos ha tocado vivenciar y
compartir con personas de diferentes generaciones. Esta situación a nivel
global, nos da un espacio para reflexionar sobre temas tan profundos como “la
felicidad”.
Los efectos psicológicos se verán reflejados en
conductas que seguramente se diferenciaran dependiendo de la edad que tengamos
al enfrentar esta contingencia; asimismo, los factores de resiliencia con que
cuentan los adultos y/o cuidadores de los niños, así como del momento político
de la región y económico a nivel país y personal. En otras palabras, todo
importa, pero en mucho de esos puntos no podemos influir; a decir del Dr.
Ricard: “debemos volver a trabajar en nosotros como personas y seres sociales”.
Tenemos que valorar la solidaridad versus el
individualismo, trabajar con la cadena de gratitud es un buen principio; “el
altruismo es poderoso (Ricard, 2015)”. La felicidad no es evitar el
sufrimiento, sino tener una mente bondadosa que contribuya a hacer feliz a los
demás.
El altruismo medioambiental debe reconciliar tres
ámbitos de responsabilidad social: 1. Casa; 2. Generación; 3. Largo plazo.
Permítame explicarlo. Debemos estar bien asumiendo en primer término las
responsabilidades que tenemos al interior de nuestra casa para formar un hogar.
En segundo lugar, debemos aprender a compartir responsabilidad con las personas
de nuestro entorno con quienes compartimos nuestra generación, particularmente
los coetáneos, pero no únicamente ellos. Y el tercer punto es construir una
visión a largo plazo, que permita que el altruismo medio ambiental siga aun
cuando nosotros no estemos para verlo. A decir del Dr. Ricard: “Actuar con
egoísmo no funciona”; poner al bienestar de los ciudadanos es nuestra
responsabilidad.
En el párrafo anterior podemos leer justo lo que
necesitamos para contra restar los efectos del COVID-19; cuidemos a los de casa
y con eso cuidamos a la comunidad en la detención de la propagación del virus.
La filosofía budista enseña a que la naturaleza de la
mente es clara y cristalina, esta es ensuciada por los malos pensamientos. Los
malos pensamientos los construye el egoísmo, hay que aprender a evitar las
emociones negativas y fomentar las emociones positivas. Evitemos sentirnos:
culpables, frustrados, decepcionados, tristes, enojados, apáticos; y cambiemos
por sentirnos: agradecidos, serenos, interesados, con esperanza, alegres.
No debemos evadir los hechos de la presencia del VIRUS,
aun sin verlo u olerlo, debemos mantenernos alerta y mantener la distancia
física entre las personas, estar serenos y cumplir con las indicaciones de los
especialistas es importante para no hacer cosas que después nos puedan hacer
sentir culpables en haber llevado el virus a casa de la familia o amigos.
Hay que contribuir formando una sociedad: empática y
que tenga compasión. La meditación diaria es un entrenamiento para tener una
mente clara, con disciplina y reflexionando concentrado en nuestra respiración
podremos llegar a tener una mente cristalina que nos permita alcanzar el equilibrio
para aprender a ser Seres humanos buenos y equilibrados. Se considera que la
adolescencia es un nuevo nacimiento, ejemplo de una bella persona en su
adolescencia es “la Señorita Greta Thunberg quien se ha convertido en una joven
líder ambientalista a la que yo admiro (Ricard,2019)”.
La respiración es una técnica para recuperar la
atención y el practicarla por lo menos diez minutos al día, calma la
mente. De acuerdo con el Dr. Ricard, la
satisfacción profunda es el objetivo de la vida, y cada instante de la vida
tiene esa dirección. El placer, es decir aquello que nos da satisfacción cambia
con el tiempo para cada persona.
En conclusión, primero debemos trabajar en nosotros
como personas, dedicarnos tiempo a calmar nuestra mente a través de la
meditación diaria. Visualiza tu presente y agradece, intercambia opiniones con
las personas quienes tienes a tu alrededor y organícense para actuar y mejorar
su comunidad, y enseñen y guíen a las nuevas generaciones a construir un mejor
futuro basados en el cuidado del planeta y en la salud integral de las
personas, esto es, cultivar la parte social (altruismo) y emocional (salud
mental).
Sé por un día “aspergiano”, vive en presente y trabaja
en la construcción de un mundo mejor, recuerda que la vida es un PRESENTE, un
regalo efímero. Trabaja contra corriente
como un disléxico con un punto claro en tu mente. Muévete y aprende a focalizar
como un TDAH. Todos requerimos de menos etiquetas y más trabajo colaborativo,
modelar valores y perseverar para construir en conjunto un mejor lugar en el
presente con una perspectiva clara a futuro.
La felicidad se construye un día a la vez y se aprende
a disfrutar el camino, debemos escoger el cómo queremos vivir. Aprende a
dedicarte tiempo para ti, a través de la meditación, el ejercicio, la
alimentación adecuada el sueño correcto; y tiempo para compartir y servir a los
demás.
Todos tenemos historias de vida que compartir, comenta
¿Qué te hace ser feliz? Dra. Sandra Gómez Patiño.
A mí me hace feliz compartir lo que pienso, me hace feliz leer sus comentarios, me hace feliz escuchar las aves cantar, un día sin cefalea...etc.
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