Sandra Gómez
Estimado
Lector, entre las siguientes líneas encontrara información valiosa del tema “Orientación
Vocacional”; algunos padres de familia llegan a mi consulta muy angustiados por
la carrera universitaria que elegirán sus hijos, y en otras ocasiones son los
propios jóvenes quienes llegan solicitando se les realice el Test de
Orientación Vocacional.
A principios del siglo XX quien tenía un título
universitario le iba bien económicamente, a principios del siglo XXI eso dejo
de ser una “regla”; le va bien económicamente a quien tiene dominio de alguna
área particular y ha aprendido a cotizar adecuadamente su producto, en otras
palabras, quien además de tener los conocimientos sabe mercadearlos, en el
siglo XXI son exitosos quienes se encuentran en constante movimiento y siguen
aprendiendo rodeándose de los mejores y re-vendiendo los servicios o habiéndose
constituido como una persona a quien se le ve como un “REFERENTE” a consultar o
ejecutar alguna tarea; es decir es el mejor en lo que hace.
Cuando hablamos de orientación vocacional no lo
debemos confundir con la carrera profesional que se va a cursar. Muchos de los
jóvenes y sus padres creen que buscando “la carrera” del momento, a su hijo o
hija le va a ir bien económicamente. “La vocación de acuerdo al Diccionario de
las Ciencias de la Educación es (Del Lat. Vocatio, llamamiento), en un sentido
amplio se hace referencia a la inclinación o afición predominante, con
tendencia a la permanencia y estabilidad. Es un proyecto operativo de
realización vital, tipifica un modo de vida. El problema vocacional es central
en orientación escolar y profesional, y su complejidad es manifiesta, por la incidencia
y conjunción en múltiples dimensiones: aptitudes, intereses, marco
sociocultural, mercado ocupacional, información, etc.” (Dicc. CE, 2002,
pp.1407-1408).
Mas halla de los resultados de su test de orientación
vocacional, y el perfil de profesionalización es muy importante que el joven se
pregunte a si mismo ¿cuál es su vocación?, a través de las siguientes
preguntas: ¿qué actividades realizas que te hacen sentir tan bien que pasan las
horas como si fueran segundos?; ¿de esas actividades alguna es una profesión
universitaria o técnica?; ¿qué te ves haciendo en un año, en cinco y en diez?;
¿qué necesitas hacer para cumplir tu meta? Acto seguido hay que hacer un plan
de acción, con los pasos a seguir en los días siguientes, los meses y los años.
Seleccionar la ruta teniendo la meta es la aportación más importante de un
orientador, y este puede ser el propio padre de familia. Iniciemos poniendo al
descubierto sus aptitudes e intereses; ¿Cuántas carreras universitarias cubren
mi perfil profesional?, delimitar las carreras, seleccionar alguna.
Si se cumplen con los pre-requisitos de acuerdo al
perfil de la profesión elegida, adelante; si no, hay que aplicarse para tener
las competencias para cubrir el primer paso. El segundo paso es ver de ese
grupo de profesiones cual es el mercado ocupacional, entrevistar a personas con
esa profesión y ver qué es lo que hacen; además hay que pensar si ¿va a ser
necesario mudarse de la comunidad o no?; ¿cuento con los recursos económicos
para lograrlo?, de no ser así, como los voy a conseguir, tal vez una opción
sería a través de becas crédito por excelencia académica; ¿Cuánto tiempo necesito
invertir para lograrlo?, en este camino debo tener claro lo que debo dejar de
hacer para “exprimir” mis únicas 24 horas al día. ¿Qué ritmo voy a seguir?,¿me
voy lento pero seguro? (V=d/t) A qué velocidad “V” lo voy a realizar, ese número
“d” de créditos que necesito para la carrera, cuándo “t” están disponibles en
la Universidad; ¿Necesitare hacer espacios para trabajar y después seguir
estudiando?, ¿Qué partes puedo hacer a distancia o en línea?; ¿Cuáles materias
deberían ser presenciales?
Debemos tener claro que muchas de las profesiones
exigen contar con una cédula profesional para ser autónomos; aun así, de todas
las profesiones sin haberlas terminado o titulado, se pueden ejercer como
auxiliar. Los conocimientos deben ser probados, es decir deben poder ponerse en
práctica; una habilidad desarrollada al máximo es la que te ofrecerá los
mejores resultados económicos. No deberías estudiar una carrera teniendo como
meta económica lo que otros ganan al tener esa profesión, tu eres único y con
la misma profesión, cada persona la ejerce de manera diferente. Debes marcar tu
propósito en la vida, hacer tu plan y seguirlo. La perseverancia tiene mucho
valor y se cosechan los frutos a su debido tiempo.
Los estudiantes deben aplicarse a aprender y seguir
construyendo su aprendizaje con o sin evaluación. Todos los profesionistas
debemos aprender a vender nuestros servicios como si de un producto físico se
tratara; para eso debemos especializarnos, actualizarnos y ser los mejores en
nuestra área.
Los conocimientos son más valiosos que el título o la
cédula profesional, pero el orgullo de poseer ambos nadie te lo puede quitar. A
decir de mi mentora la Dra. María Esther Uriegas: “Más vale estar preparado y
no tener la oportunidad, que tener la oportunidad y no estar preparado”-
titulado. Hasta la siguiente historia de vida Dra. Sandra Gómez Patiño.
A mi facebook, me han llegado comentarios positivos de este artículo. Por ejemplo que es ideal que la vocación y la profesión coincidan. Tienen toda la razón. Asimismo me escribio mi prima Vero, diciendo que ella le ha dicho a sus hijos que estudien lo que crean que no les va a costar trabajo, para que saquen su carrera profesional, disfrutando lo que hacen; ella es un ejemplo para mí, es congruente con lo que dice. Gracias por comentar.
ResponderBorrarHola, sandra yo siempre les dije a mis hijos y ahora a mi hija que se trata de hacer lo que de verdad te gusta , para que no te pese sacar la carrera, y cuando trabajes seas feliz y eso te lleva a un buen desempeño y a sobresalir . Yo estoy convencida que es así, mi esposo es feliz con los números y lo a sacado adelante. La actualidad es más exigente pero si desarrollas tu talento , tu vocación saldrás a adelante. Veronica
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