Ante la
gran demanda que se tiene en el cultivo de la variedad piña miel, la Secretaría
de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER Jalisco) recurrirá al cultivo in vitro
de este producto para contar con suficiente plántula que se requiere para el
establecimiento de nuevas plantaciones de esta fruta tropical de gran peso en
el mercado frutícola mundial.
Así
lo informó el director de Fomento Hortofrutícola de la dependencia estatal,
Néstor Daniel Olivares Mora, quien refirió que para este propósito se instaló
ya un laboratorio de biotecnología vegetal en el inmueble del vivero de la
SADER-Jalisco en Tomatlán, municipio líder en los plantíos con piña en la
región costera.
La
producción de plántulas de piña en laboratorio, destacó el funcionario estatal,
es la solución que se plantea ante el hecho actual de comprar los hijuelos de
esta bromeliácea, dado que actualmente se trae el material vegetativo de las
entidades productoras del sureste mexicano, sobre todo de Veracruz, lo que
conlleva un costo considerable en su flete.
“Ya está lista la infraestructura y el equipo y todo. Nada más nos faltaba el técnico especialista y ya lo tenemos. Falta nada más el protocolo para empezar a trabajar en el tema de piña”, advirtió el funcionario.
Olivares Mora refirió que, en el mercado de las frutas frescas, la piña miel (conocida como MD2) ha ganado crecientemente nichos de consumo a la piña Cayena, debido a que la primera tiene un mayor contenido de dulzor (expresado en grados Brix), lo que explica su mayor demanda para sus plantaciones. Citó que en lo que va de este año ya se plantaron mil hectáreas.
Una
experiencia importante que se tiene en campo piñero jalisciense, es que hay un
avance en la producción orgánica de la fruta, a base de fertilización con
insumos biológicos, sobre todo con el humus de lombrices.
Por
cierto, la piña de la Costa de Jalisco tiene a su favor una ventana temporal
para su comercialización, lo que le confiere un mejor precio. La fruta
jalisciense sale al mercado en el periodo de mayo a octubre, lo que le
representa una ventaja ante la fruta del Sureste, cuyo volumen en su mayoría
sale en otros periodos del año.
El
municipio de Villa Purificación cuenta con un lunar de 12 hectáreas de la
llamada piña criolla o de Castilla, fruta que crece bajo sombra y que es una
reminiscencia de la fruta que trajeron los españoles al campo jalisciense en el
periodo colonial.
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