El regreso a las aulas

 

 

Víctor Hugo Prado

 

 

Hace ya 22 años siendo Rector General de la Universidad de Guadalajara, Víctor Manuel González Romero, que bien aprovechaba sus giras a los recientemente creados centros universitarios, no solo para cortar listones de obras nuevas o remodeladas, sino para sembrar la semilla de la innovación científica o educativa. En una ocasión, hablaba de medios y modos de la educación. Recuerdo que en el centro ponía el Internet, la computadora y la disminución de horas en el aula. Hacía ver que venía un modelo de profesor actualizado y utilizando las tecnologías de la información para impartir sus cursos regulares. Los espacios educativos los concebía más allá del aula. Lo eran todos: la recamara, el comedor, la sala, debajo de un árbol o la oficina; y algo fascinante es que no había horarios para aprender, tampoco para interactuar entre el profesor y el estudiante. Eran asincrónicos.

Los tiempos han cambiado. Ahora, aquello que muchos veíamos distante teniendo como intermediaria a la tecnología, aprendiendo desde de casa, es una realidad que ha venido a acelerar la pandemia del coronavirus que padecemos en casi todo el mundo entero.  

                          

Así, el 24 de agosto los niveles de educación básica regresarán al estudio, a convertir la mesa de la cocina, la sala, el cuarto de dormir, el patio o los estrechos pasillos en el aula. Habrá quienes tengan un espacio acogedor, un sillón cómodo para sentarse, una mesa para apoyarse. Habrá otros que no, pero, aun así, el ciclo escolar como el tiempo, no detendrá su marcha. Se avanzará en los contenidos y los temas se darán por vistos.

Y quien fuera a decir, que las telesecundarias que fueron modelo inspirador para hacer llegar la educación a las zonas del país más remotas se convertirán en el modelo para llegar ahora a todos los rincones de la nación, sea en áreas metropolitanas, ciudades medias o pequeñas. Así lo vislumbra el acuerdo que el gobierno federal ha concretado con las principales cadenas de televisión abierta del país. Sumando esfuerzos, los contenidos diseñados por la SEP serán transmitidos por las empresas televisoras.

Una nueva forma de interactuar con los objetos de aprendizaje. Quizá más receptivo, pero en algunos casos, sin duda, los estudiantes tendrán mejores materiales y mejores argumentaciones educativas.  Lo relevante de todo aun en los tiempos más complejos como las que nos ha impuesto la pandemia, es garantizar a niñas, niños y adolescentes, el derecho a la educación, en un momento crucial de profundas trasformaciones sociales científicas y tecnológicas.

Nadie está exento de la influencia de la educación. Para la abrumadora mayoría representa un factor de movilidad social y mejora de las condiciones personales y sociales en todos los órdenes.