Sandra
Gómez
Estimado lector, de la serie de escuela para padres
(EP), les invito a leer esta sección de los derechos del niño. Si usted es uno
de mis lectores, recordara que lo que escribo lo dirijo a padres de familia y
maestros de manera particular, y de manera general al público quien a través de
sus comentarios me hace saber que existe un deseo genuino de formar una mejor
sociedad.
Los niños son el PRESENTE, permítame
explicarme desde los temas de la acepción de la palabra y desde la declaración
de “los derechos del niño”. En general
se utiliza el termino presente para referirse a un conjunto de sucesos que
tienen lugar en el momento del habla o la acción presentada en el momento;
dicho momento es efímero. También
denominamos presente a un REGALO, algo que se da sin esperar nada a cambio. Con
esto en la mente debemos situarnos en el presente como la oportunidad y el
regalo en tiempo real que se nos otorga a la sociedad en su conjunto con la
niñez.
“Los derechos son normas que fundamentalmente se deben
hacer cumplir para garantizar el bienestar psicológico, emocional y jurídico de
cualquier persona en cualquier sociedad o nación. En el caso de los niños más
concretamente los derechos de los niños y niñas deben ser tomados con mucha más
atención, pues al no tener capacidad para poder hacer cumplir los derechos
mismos, son los padres o el Estado quienes tienen que abogar por que se cumplan
estos derechos. Siendo los niños una de las partes más vulnerables de nuestra
sociedad es trabajo de todos garantizar los derechos de los niños y el respeto
a los mismos en todos los espacios de la sociedad; tanto en la calle, en la
familia, como el respeto de los derechos de los niños en la escuela. Cuando el
20 de noviembre de 1959 en el momento en que la ONU (Organización de las
Naciones Unidas) promulgó la Declaración Universal de los Derechos de los
niños, se constituyó una proclama que insta a cada país y a cada ciudadano
hacer cumplir los derechos de los niños y niñas y adolescentes. “Derecho a la
salud: Ningún niño debe padecer alguna enfermedad generada por el descuido de
no brindarle la asistencia médica en el momento correcto. Los niños tienen
derecho a gozar de una buena salud para que crezcan y se conviertan en adultos
sanos. (https://www.dondeempenos.com.mx/blog/10-derechos-fundamentales-de-los-ninos)”.
Como se señala en los párrafos
anteriores, somos los adultos quienes le rodeamos, de manera particular los
padres y/o tutores quienes debemos protegerlos. Parte de la protección es
enseñarles a cuidarse ellos mismos. En todo momento y en cualquier lugar, debemos
estar atentos a su seguridad; pero como esto no es 24/7 es decir es imposible
blindarle al niño las 24 horas del día de todos los días de cada semana; es
mucho más importante enseñarle a ser responsable con su auto-cuidado.
En efecto los
accidentes pasan, y los más graves suceden dentro del espacio en el que pasan
la mayor parte de su tiempo que generalmente es su casa. Imagine que todos los
días hay un SISMO, ¿cómo caen las cosas?, el niño neurotípico (normal), trepa,
salta, saca cosas, corre dentro de casa, ¿tienes espacio para eso?, ¿saben
todos en casa en donde se encuentra la clínica más cercana a su domicilio?,
¿tienen un plan de acción?, ¿todos en tu casa saben lo que hay que hacer?, ¿cuál
es el lugar de reunión?, ¿a quienes se debe llamar?, ¿tienes anotados
físicamente, es decir en papel y a la vista los teléfonos de las personas a
quienes se va a acudir para pedir información o ayuda?
Parecen preguntas fuera de lugar,
pero no lo son, la salud y la seguridad van de la mano con la confianza y
certeza. Los niños no saben qué hacer en caso de una emergencia de salud sino
se les instruye, ya sea una lesión en su persona o incluso en algún adulto
dentro de casa. Idealmente no debemos
dejar de supervisar a los menores a nuestro cargo; aun así, es importante
proporcionarles herramientas útiles como el directorio y/o un estuche de
primeros auxilios para que puedan actuar en consecuencia, lo que incluye
instrucciones precisas de no mover a los pacientes en casos de traumas es decir
de fracturas o golpes severos.
El cuidado de
los niños incluye que se sientan seguros y el ambiente lo distribuimos nosotros
los adultos. Recuerda que el niño necesita espacio, ¡su espacio!, si debes
deshacerte o guardar muebles, hazlo. Recuerda tener a la mano su tarjeta de
seguro; en algunas ocasiones las escuelas incluyen un seguro de gastos médicos
mayores, infórmate y ten esa información accesible. Señala el lugar más seguro
de tu casa y haz que todos lo conozcan.
Si alguien usa
algún medicamento controlado, deberá estar anotado y a la vista para que se le
pueda ayudar. La buena salud es también un presente, un regalo muy valioso del
que solo se puede hablar en aquí y ahora.
Protégete, e instruye a tus hijos a cómo cuidarse a sí mismos, crea las herramientas tangibles para que TODOS podamos ayudarles. Hasta la próxima historia de vida. Dra. Sandra Gómez Patiño.
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