Acuerdo sano en tiempo de crisis

 

Juan José Ríos Ríos

 

El Gobierno Federal, a través de la Secretaría de Educación Pública, llegó a un acuerdo con las más importantes cadenas de televisión y de la radio en México, con el fin de que se unan al proyecto de hacer llegar la educación a todos los rincones del territorio nacional, que si bien en otros tiempos, antes de la pandemia por el COVID-19, tenía sus problemas por las medidas adoptadas para evitar el contagio, se vieron más reducidas las posibilidades de cumplir el ciclo escolar recién concluido.

            Así, TV Azteca, Televisa, Grupo Milenio y una más, que se me escapa el nombre, a través de sus respectivos representantes firmaron el convenio de colaboración la mañana del lunes tres de agosto, al tiempo de que se cumplen cien años del programa implementado por el entonces titular de educación en el país, para que se educara al pueblo de México, sacarlo de la ignorancia a fin de vivir en mejores condiciones que, por cierto, no se logró del todo y baste echar una mirada al territorio nacional para comprobarlo en materia de desigualdades.

            Lo sucedido en esta ocasión deja de manifiesto de que todo es posible, en bien del país, cuando existe la voluntad de hacer las cosas, diferentes a como se habían venido haciendo, dejando a un lado diferencias y pugnando por salir adelante, lecciones bien aprovechadas que ha dejado la crisis provocada por la pandemia y, sin lugar a dudas, con el aprendizaje que el Gobierno Federal ha venido actuando para resolver problemas y necesidades comunes, lo que vislumbra tiempos y situaciones mejores a las que hemos venido viviendo en los últimos 50 años como país.

                                                 

            Deseable es que este acercamiento favorezca no solamente las buenas relaciones y comportamientos entre unos y otros, no es sano para el país y mucho menos para los que lo habitamos, seguir siendo víctimas de los embates que los medios masivos de comunicación ha realizado hasta la fecha para hacer valer su peso, cuando la forma de comunicar busca confrontar, desvirtuar la realidad o fomentar y hasta hacer apología de temas que no nos favorecen en nada como sociedad y como nación.

            Son otros tiempos, hay más necesidades y retos que enfrentar, no solamente por la pandemia del COVID-19, sino por las condiciones tan difíciles y críticas que se han venido creando a través del tiempo por la corrupción imperante, cuando la delincuencia, en todas sus manifestaciones, ha venido actuando impune y libremente, sin castigo hasta ahora, pero por lo que se ha estado viendo y generando en los últimos meses, parece que por fin la mano de la justicia alcanza lo que antes era imposible de sanción alguna, están cayendo algunos delincuentes y están siendo sujetos a procesos para que paguen por lo hecho.

            También es tiempo de que la radio y la televisión, que son los de mayor alcance y penetración tienen en la sociedad, que impactan y han impactado en la conciencia y en el actuar de las generaciones a lo largo de todos estos últimos años, no solamente hagan mancuerna con el Gobierno Federal para que se cumplan los planes educativos en tiempos de pandemia, sino que también vean hacia adentro, mejoren su programación, que tomen en cuenta la influencia que logran en las mentes y en el actuar de la gente, que se deje de hacer apología de la violencia, del crimen y de programas hechos para atontar generaciones, la sana diversión y el entretenimiento es algo más que programas y series de violencia y de programas para atontar, engañar y confrontar, con conductores que, en un alto porcentaje, han hecho muy bien su papel con ese propósito.