Juan
José Ríos Ríos
En el
país, casi estado por estado, se está viviendo situaciones que dejan mucho que
desear pero que sobre todo ponen de manifiesto en grado de descomposición a la
que hemos llegado como sociedad, puesto que al vandalismo se le considera, y
hasta resulta intocable quien lo genera, como un respeto y un derecho a
manifestarse, mientras que en el Poder Judicial la pudrición es tal que los
delincuentes tienen más derechos humanos que sus víctimas y dejan de estar tras
las rejas a una velocidad increíble, sospechosa, cuestionable.
Casos, hay mucho, pero en esta
ocasión me permito considerar lo acontecido durante las manifestaciones
realizadas en la capital de Jalisco; Guadalajara, cuando algunos
“manifestantes” ocasionaron afectaciones a bienes y edificios públicos como el
Palacio de Gobierno Estado, daños ocasionados durante las manifestaciones del
pasado 4 y 5 de junio, ocasión en que algunos de los vándalos fueron detenidos
pero que luego fueron liberados con la amenaza de que “no le temblará la mano
al gobierno para castigarlos si lo vuelven a hacer”.
Pues bien, ya es oficial que el
pasado 1 de julio el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH),
aprobó la licencia de obra 05/2020, en solicitud al proyecto que fue presentado
por el Gobierno de Jalisco, para iniciar los trabajos de restauración y
rehabilitación del Palacio de Gobierno Estado, por lo que yase realizó la
instalación de andamios en la calle Ramón Corona, frente al acceso principal
del edificio, con el objetivo de iniciar con los trabajos de limpieza de la
cantera, licencia de obra tiene una vigencia de un año a partir de su
expedición, trabajos estimados que finalicen en 2 meses.
El proyecto autorizado por INAH,
incluye las acciones de restauración y rehabilitación de 113 vidrios
esmerilados pertenecientes a las ventanas exteriores, 13 vitrales decorativos, 11
de la planta alta que dan al exterior cuyos daños no superan un área de 15 cm2,
2 de la planta baja que van sobre las puertas norponiente y surponiente, uno
con pérdidas superiores al 50% y el otro pérdida total, 6 candiles, 4
exteriores de la fachada Poniente y 2 interiores, los cuales se encuentran en
ala sur, junto al ingreso.
Pero no es todo lo que se va a
reparar, pues también comprende elementos de herrería, como lo son: 6
protecciones de ventanas exteriores de las fachadas poniente y sur
principalmente, 2 barandales de los balcones dañados, uno perteneciente al
balcón principal y otro al sexto balcón de la fachada norte, 10 metros
cuadrados de piso de granito perteneciente a los balcones principal y sexto norte,
6 puertas de ingreso, una de ellas fue pérdida total. También hay grafiti en 850
m2 distribuidos en las cuatro fachadas del Palacio de Gobierno y 135 m2 en el
área de atención ciudadana. Se dio a conocer que el proyecto de restauración se
realizó siguiendo la Guía para elaborar Proyectos de Obras de Conservación de
Bienes Culturales Muebles e Inmuebles por destino del Patrimonio Cultural competencia
del INAH.
Menos mal que lo material se puede
reponer, no importa lo que cuesta, es dinero fácil, lo paga el pueblo, el cual
pudiera destinarse a obras públicas en lugares donde la gente tiene otro
comportamiento, aunque vandalismo ha habido todo el tiempo, los grafiteros son
considerados como “artistas callejeros” que tienen a su disposición no
solamente los edificios públicos, sino fachadas de los negocios, de las casas
habitación y cuanto espacio es susceptible de ser afectado, no les importa
dañar bienes ajenos, son libres de expresarse y lo hacen sin consideración y
sin censura o pago por reposición de daños hechos a bienes particulares, en
este país todo se vale, el respeto al derecho ajeno es nulo.
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