Sandra
Gómez
La condición que genera el síndrome de
asperger tiene una base genética es un trastorno generalizado del desarrollo,
lo que vemos en su infancia es que se “comportan distinto”, tienen rutinas o
rituales repetitivos; les cuesta entender el lenguaje no verbal; su lenguaje
suele ser demasiado formal y monótono; les cuesta diferenciar aquello que
llamamos comúnmente el doble sentido; ellos lo pueden aprender pero no tiene
razón de ser, por lo que no tienen interés por decir chistes; en particular de
las áreas del manejo de las emociones, ellos son muy sensibles, tanto a los
sonidos, olores, colores, texturas, y sabores, y quienes les rodeamos podemos
verlo reflejados con exagerados gestos de disgusto ocasionados por la
exposición de alguno de estos factores; en otras palabras les es en extremo desagradable
tener algunas experiencias sensitivas.
Sin embargo, un dato importante para el diagnóstico es que siempre
tienen inteligencia normal o superior a los neurotípicos, a diferencia de los
autistas quienes en la mayoría de los casos tienen deficiencia mental. Desde pequeños su trato interpersonal es
diferente, por ejemplo les gusta jugar solos a diferencia de otros niños de su
edad; son disruptivos, que se traduce como que interrumpen con frases que no
tienen coherencia con el contexto de los comentarios del grupo, en conclusión
fallan en la autorregulación de sus emociones, al no entender las formas
comunes de aceptación de las comunicaciones no verbales de los neurotípicos,
ellos se frustran y “estallan”; les cuesta ser flexibles, se les debe explicar detalladamente
las normas sociales porque ellos de manera natural no las asumen, les cuesta
aceptar los cambios de rutinas como por ejemplo si quedas de hacer algo a una
hora específica y no llegas se molestaran, o si dices que van a comer algo y
cambias el menú se enojaran; estas conductas recurrentes en ellos hacen que
otros no les acepten en sus juegos, sin embargo pueden ser líderes aun cuando
les cuesta mucho ser flexibles y encajar en un grupo.
En el salón de clases si logras la motivación por la tarea y generas su
interés, captaras su atención y si le escuchan detenidamente y se le enseña a
argumentar, todos en su grupo pueden aprender de una forma diferente de abordar
el trabajo requerido por el maestro; ellos tienen su forma particular de
asociar los hechos y generar soluciones innovadoras o totalmente nuevas. Así
que un enfoque por descubrimiento le favorece a su estilo de aprendizaje.
Algunos en la infancia son excelentes
hermanos, ya que generalmente son protectores y fieles. A pesar de ser muy
inteligentes y tener excelente memoria, en la escuela primaria no les va bien
académicamente, es decir no tienen buenas calificaciones, ellos generalmente
aprenden mejor de manera autodidacta, algunos de ellos son voraces lectores. Generalmente prefieren estar solos para jugar
en sus primeros años, debido principalmente a que sus intereses son diferentes
a los del grupo de su edad.
En consecuencia, de su perseverancia con la lectura y/o gusto por
aprender su nivel de conversación es superior a la norma, lo que hace que
busquen a aquellas personas con mayores conocimientos para conversar. Además de
su excelente memoria ellos son selectivos intencionalmente con la atención,
entendida como “el proceso de focalización perceptiva que incrementa la
conciencia clara y distinta de un numero central de estímulos, en cuyo entorno
quedan otros más difusamente percibidos. Williams James, determino como efectos
inmediatos de la atención a) percibir; b) concebir; c) distinguir; d) recordar,
y; e) acortar el tiempo de reacción (Dicc. C.E; 2002, p. 147)”. De esta forma
particular de canalizar su atención, un niño con el síndrome de asperger generalmente
va a una escuela de neurotípicos sin diagnóstico y, dependiendo del tipo de
Institución puede pasar desapercibido o confundírsele con un niño autista o uno
muy inquieto, y si es niña sus características típicas serán de una niña
tranquila, simplemente retraída.
En estas etapas de la infancia, socialmente se
esperan ciertas pautas de comportamiento por género, así que por lo general a
los hombres se les diagnostica antes que a las mujeres. Aun así, muchos de
ellos sin diagnostico sufren el asistir a la escuela. Recordemos que por
ejemplo no son buenos para practicar deportes en grupo y sí son excelentes
divulgadores de temas de su interés.
Los asperger suelen ser sujetos de bullying, esto es que son hostigados
y maltratados física y verbalmente a lo largo de todas sus etapas escolares.
Teniendo como consecuencia que en algunos casos se aíslen al grado de no poder
potencializar sus “talentos” y su autoestima se ve muy afectada.
Como maestra, la recomendación es que los padres se deben preparar para
atender las diferencias de sus hijos e hijas, son ellos y posteriormente los
docentes quienes deben descubrir cuan diferente y maravillosos es su hijo. Poder
tener un diagnostico con un psiquiatra a temprana edad es decir antes de los
tres años de vida del niño es ideal para la salud emocional y el rendimiento
académico del menor. Generalmente a esa edad con poco o ningún estímulo ya
saben leer. Algunos también pueden pasar
como sobre-dotados, dependiendo del enfoque del análisis.
Lo más importante para mí al escribirles, es
sensibilizarles de la diversidad de hijos- alumnos quienes debemos reconocer a
lo largo de nuestra vida. ¿Ellos no saben, no tienen idea de ser diferentes?,
han venido de otro planeta y tienen la necesidad de tener puesto su casco de
astronauta, tal vez eso piensen a temprana edad y tristemente al pasar el
tiempo, se dan perfecta cuenta de que son ellos quienes tienen los pies en la
tierra mientras algunos maestros y algunos de sus compañeros de clase se burlan
de sus rutinas y conductas.
Respetemos sus diferencias y aceptémosle como son, seguramente si lo
haces, descubrirás que tienen mucho que aportarnos, ellos son transparentes por
convicción, te dicen lo que piensan sin filtros sociales. A decir de la doctora
María Esther Uriegas “Los maestros cambian vidas”, y ¡claro que sí las
cambiamos! más aun, las cambiamos para bien cuando caminamos de la mano de un
padre o madre y en conjunto nos ocupamos de atender las diferencias de su hijo;
les invito a que el trabajar con niños asperger sea un punto de transformación
del quehacer docente. Aprendamos a verlos y reconocerlos con los ojos de la
preparación y del respeto a sus diferencias, seamos incluyentes e influenciemos
positivamente en el entorno del niño. Abracemos sus miedos y mostrémosles sus
fortalezas.
Los padres deben aprender a registrar la
información de sus hijos, escribir los hechos con fechas y darle esa
información al psiquiatra para que pueda tener un mejor panorama antes de hacer
su diagnóstico diferencial. Le recomiendo tener una libreta con el diario del
niño, esa información es muy valiosa, tanto para el medico como para el
maestro. No dé por supuesto que el maestro sepa trabajar con niños con este
síndrome, acerque esa información a su escuela, y de ser necesario cámbielo de
ese lugar. En casa deberá trabajar con todos a su alrededor para
sensibilizarles de su condición y con la información en mano, cultivar la
autoestima del menor. Es una inversión de tiempo que le permitirá al niño
saberse amado con sus diferencias y ser respetado como persona. Recuerde que
tener asperger no es poseer una enfermedad, sino que hablamos de una condición
de vida.
Hasta la próxima historia, atte. Dra. Sandra
Gómez Patiño.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario