Sandra
Gómez
Estimado lector, hemos llegado a la cuarta
publicación de personas con dislexia. En mi quehacer como docente me he
sorprendido al ver que alumnos universitarios, nunca se percataron que tenían dislexia.
Al conocerlos y saber que pudieron llegar hasta ese nivel, me demuestra que hay
esperanza para las nuevas generaciones de disléxicos; Incluso conozco a una
persona con un doctorado en educación quien es disléxica; ella me demostró que
la perseverancia es una mezcla de actitud y desarrollo de aptitudes que te
permiten superar muchos de los obstáculos que se presentan en la vida académica
y cotidiana.
Algunas personas jamás llegan a
saber que tienen dislexia, lo triste es que posiblemente se crean personas
“menos valiosas”, en mis visitas a YouTube encontré un video que te recomiendo
ver, fue publicado por el sitio negocios y emprendimiento, bajo el título “se
hizo millonario sin saber leer ni escribir/ Jeff Pearce”, autor del libro en el
que comparte su historia “un bolsillo lleno de agujeros y sueños (A pocketful
of holes and dreams)”; en el video se narra como la necesidad de llevar dinero
a casa, unido a el manejo de sus talentos personales como vendedor, diseñador
de moda y su determinación le llevaron al éxito económico.
Son pocas las personas con dislexia
que tienen un diagnóstico realizado por el neurólogo; citare los puntos en
común de cuatro casos, que conozco sus historias de vida. El 50% vive en
pareja, el 75% tiene hijos(as), el 100% tuvo dificultades en la escuela,
inclusive tuvieron que repetir algunos cursos o materias. El 100% termino su
nivel licenciatura. En su trato interpersonal, a todos ellos(as) se les
reconoce como personas fieles, sinceras, honestas, empáticas, tolerantes, trabajadoras.
Tienen pocos amigos, pero estos son amigos de años, lo que habla de relaciones
que perduran. Cuando hablas con ellos no
te miran a los ojos, incluso pudieras pensar que “se han ido”, lo que podría
deberse a la presión ocular que hemos mencionado; su ubicación espacial es
deficiente, por lo que pueden llegar a ser obsesivos con tener todo previamente
identificado (por si me pierdo).
Las personas de quienes escribo, en
apariencia son iguales a cualquiera, pero si te permites conocerles, son
excelentes seres humanos que se han comprometido con su auto-crecimiento y que
han aprendido a tener todo en contra y aun así salir avante. De los casos
citados, tienen las siguientes profesiones: Actriz, cuentacuentos, escritora y
maestra; abogada penalista y dueña de una librería; Contador público y
empresario; estudiante de la licenciatura en biología.
No se necesita ser igual a todos,
se necesita reconocerse a uno mismo y trabajar duro para llegar a ser el mejor
en tu campo. Me siento orgullosa de haber aprovechado la oportunidad de
aprender a ser mejor maestra y madre a través de sus historias; aprendí mucho y
sigo aprendiendo que quien se deja guiar, y me hace partícipe de su historia de
vida. Quien se compromete con una meta clara, siempre estará más cercano a
alcanzarla.
Aprendamos a vivir con nuestras
diferencias, eso nos enriquece. La vida es mejor cuando nos encontramos
abiertos a aprender de las personas quienes no piensan igual a nosotros. En
otra oportunidad les hablare del “pensamiento concreto”, y como quienes tienen
dislexia les cuesta mucho trabajo entender las abstracciones o extrapolaciones
que se hacen cuando se habla en “doble sentido”.
Hasta
la próxima historia de vida, con cariño Sandra.
La princesa Beatriz de Inglaterra esta diagnósticada con Dislexia, es una condición de vida que no distingue género, nivel social o económico.
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