Rafael
Martínez Rodríguez
En todo
país donde su sistema político es democrático, la singularidad es, que en el
pueblo reside el poder de elegir a sus gobernantes y decidir el rumbo
sociopolítico de su sociedad, sin embargo, en nuestro país con nuestra
democracia pareciera que no es aplicable el principio rector mencionado, pues
el pueblo no manda, el pueblo no decide y solo se limita a callar.
En nuestra zona sur de Jalisco
vemos a nuestros pueblos callados, entumidos políticamente, sobrios de
decisiones y conformista, donde se limitan a dejar transcurrir el periodo de
gobierno sin exigir resultados, sin exigir las promesas de campaña de quien
ahora ocupa los cargos públicos. Es lastimoso ver como el progreso deja de lado
nuestro distrito, rescatándose algunos municipios donde sus representantes se
esfuerzan por llevar recursos a sus localidades, a pesar de que el gobierno
federal sigue acaparando el presupuesto y olvidando a los pueblos que tanto lo
necesitan en medio de la pandemia que vivimos.
En lo general vemos un Zapotlán el Grande que
pareciera que está en campaña política de forma permanente, donde permanecer en
el poder es la prioridad dejando a un lado a su sociedad que tanto le ha
apostado a un proyecto político que aún perdura. En Tamazula poco ruido se
hace, pero el hecho de que se eligiera de nueva cuenta a un expresidente es un
indicio de que el confort ha ganado en las urnas, ha ganado una posición
política que generó una costumbre en su gente.
Tuxpan esta opaco en muchos sentidos,
a pesar de haber reelegido a su presidente, pues lejos quedaron aquellas
promesas de transformación y de grandes gestiones de recursos, ahora solo
incrementaron los malos servicios públicos, el conflicto y fricción con su
gente y que en forma general provocaron un desplome en la popularidad y
aceptación de su representante.
Sayula se ha caracterizado de ser un municipio
lineal que tiende a la mutualidad y que sus gobernantes solo se limitan de
cierta forma a llevar a cabo las acciones que su pueblo exige, poniendo un
claro ejemplo de sociedad organizada en el sur de nuestro estado.
Con este panorama general de los
municipios representativos del sur, tenemos un denominador común, y es
precisamente el silencio que ejercemos como sociedad, el silencio que le está
costando caro al futuro de nuestros niños y jóvenes, el silencio que presentamos
al ver las arbitrariedades de nuestros representantes, el silencio que embarga
nuestro futuro y lo vuelve incierto por la torpeza de la forma de gobernar de
ciertos políticos.
Ese silencio tarde o temprano nos
cobrara factura de haber callado cuando se necesitaba alzar la voz y exigir a
nuestros gobernantes esmero a la hora de ejercer el poder, ese mismo silencio
nos provocara la mayor frustración como sociedad cuando nos demos cuenta el
daño que puede hacer un mal gobernante, un representante corrupto e incapaz,
por ello no podemos permitirnos callar a la hora de las decisiones difíciles en
nuestros municipios.
Concluyó esperando que como
sociedad recuperemos la voz de exigencia que atemorizaba a los políticos
engañosos, a los políticos oportunistas y de ocasión, aportando a nuestra
sociedad lo mejor de nuestras experiencias para construir una mejor sociedad, y
termino parafraseando a Dante Alighieri “los lugares más obscuros del infierno
están reservados para aquellos que mantienen su neutralidad en épocas de crisis
moral”.
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