Sandra
Gómez
Es
más común de lo que se imaginan, los problemas de salud mental están entre
nosotros y muchas veces son confundidos, etiquetados y descalificados; tanto la
persona que los posee como la “enfermedad en sí misma”.
El psiquiatra diagnostica y trata
los problemas mentales, por ejemplo: enfermedades como la esquizofrenia, la
paranoia, el autismo o las psicosis maniaco-depresivas. También trata los
problemas más frecuentes como las depresiones.
Se debe desvincular de los
psicólogos y psicoanalistas; porque este es un médico de profesión y
especializado en la salud mental. Él es el único especializado en recetar
medicamentos, algunos además hacen estudios de psicoanálisis y/o psicoterapia.
En casos necesarios recetan psicotrópicos, y en algunos casos son estos quienes
incapacitan y/o envían a un hospital al paciente.
Cuando se habla de enfermedad,
también se ve la oportunidad de una mejora en la calidad de vida a través de un
trabajo generalmente en equipo de los cuidadores, el paciente y su médico. ¿Qué podemos hacer la familia?, contribuir al
seguimiento a través de la supervisión, apoyar emocionalmente al paciente y
trabajando nosotros mismos en nuestra salud emocional. ¡Aquí sí!, un psicólogo sin
duda te puede guiar a través de alguna de las terapias que maneje, incluyendo
las terapias de grupo para familiares. En palabras sencillas, quien diagnostica
es el psiquiatra y en muchas ocasiones se apoya de un psicólogo clínico para
dar seguimiento y apoyo al paciente y a la familia.
Las personas con enfermedades
mentales, “sacuden a toda la familia”, incluso pueden desintegrarla, por lo que
es necesario actuar desde temprana edad, desde las primeras señales de conducta
que te alerten, por ejemplo, palabras como: ¡te voy a matar!, ¡me vale mi**da!;
autolesiones como consumir alcohol, tabaco, vaporizar, drogas; poner en peligro
su vida como manejar con exceso de velocidad; acumular objetos de forma
excesiva; tener múltiples parejas en poco tiempo, etc.; y hasta aquí podrás
decir, “pues yo también necesito un diagnóstico”. Es sano reconocerse, es
deseable acudir y descartar si se tiene o no alguna enfermedad mental. Es
fundamental, aprender acerca de estas enfermedades para trabajar con quienes
las tienen.
Los desequilibrios químicos del
cerebro pueden ser temporales como es el caso de las depresiones, de ahí que sean
enfermedades mentales; así mismo, pueden ser “condiciones de vida”, es decir no
existe una cura; sin embargo, el grupo de especialistas permitirán que tanto el
paciente como su familia, vivan lo mejor posible con cualquiera que sea su
diagnóstico.
En lo particular en mi experiencia
con adultos jóvenes con esquizofrenia es decir personas con ideas delirante y
alucinaciones; ellos se distinguen por presentar lenguaje desorganizado,
incoherente; algunos de ellos son hábiles manipuladores con el lenguaje (Te
marean), no es fácil diagnosticar las enfermedades mentales; así que, si algún
ser querido cree usted que podría tener alguna, llévelo a consulta con el
médico psiquiatra y descarte.
La mejor forma de ayudarle es
reconocer que se tiene un problema, actuar en consecuencia con un grupo de
apoyo. La vida sigue, no deje de AMAR, a su ser querido, y no deje que afecte
la vida de usted. Muchos hemos escuchado que existen personas TÓXICAS y que
debemos alejarnos de ellas, ¿tal vez estas personas estén enfermas?; No te pido
que te quedes con ellas, si te es posible pídeles y/o llévalas al psiquiatra.
Después toma tu decisión.
Algunos necesitamos una mano amiga;
una de mis mayores satisfacciones personales como profesionista en el área de
orientación ha sido sin duda hacerme escuchar y lograr que el o ella acudan a
un especialista y después vuelva y me diga GRACIAS, ahora estoy bien, se lo
debo (…).
No
dejes para otro día lo que puedes agendar HOY; ve al médico, cuida tu salud
mental y emocional, sé feliz, con cariño Sandra.
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