Sandra Gómez
En las noticias internacionales de Telemundo, Tamazula
de Gordiano es famosa, y no por el Ingenio Azucarero, sino por una bebida
elaborada con alcohol adulterado; sin duda se deberá encontrar a quienes
permitieron que se etiquetara como una bebida apta para el consumo humano, y
seguir un proceso legal hasta llegar a las últimas consecuencias de quienes
resulten responsables de las personas quienes han muerto. Esto no es un caso
aislado ni tampoco privativo de la región o ciudad, ha sucedido en todo el
mundo y se repite cada vez que bajamos la guardia.
La noticia
me hizo reflexionar sobre los usos y costumbres en relación al consumo de
bebidas que se acompañan de alcohol. Algunos de nosotros recordamos y/o convivimos
con personas quienes consumen regularmente alguna bebida alcohólica. Nos es tan
familiar el consumo que nos olvidamos de que somos ejemplo para las siguientes
generaciones (…). Déjeme contarles una historia de mi labor como maestra en un
internado para jóvenes (10-17 años) con problemas de conducta. En las
entrevistas de los jóvenes quienes llegan al internado, algunos ya delincuentes
en su mayoría empezaron a ingerir alcohol desde la niñez y de ahí escalaron a
medicamentos y drogas (…). Los padres de familia deberían ser los primeros en
detectar cuando la conducta del menor es errónea, sin embargo cada día esto es
menos probable porque ambos padres están fuera de casa la mayor parte del día;
por otra parte cuando los maestros les mandamos llamar para enterarlos del trabajo académico, algunos
padres/tutores nunca asisten a esas juntas (…); en fin, los maestros tienen el
conocimientos de las pautas del desarrollo del niño/joven sano y desde sus
conocimientos y experiencia nos pueden guiar de la mano del médico pediatra que
debiera acompañar el correcto desarrollo de nuestro hijo/alumno.
En el
internado llegaban tanto hombres como mujeres y a pesar de la amplia gama de
problemas que presentaban, el común denominador era haber consumido alcohol. De
acuerdo con el Diccionario de las Ciencias de la Educación (Dicc., 2002, pp.
66-67), “los efectos del aprendizaje se manifiestan en el plano físico,
psíquico (deterioro de la actividad mental) y social (problemas laborales, de
relación social, etc.)”. Cuando se manifiestan problemáticas como bajas notas
académicas o de conductas inadecuadas es cuando algunos padres reaccionan y
llegan a Instituciones como el Internado.
Tras de
haber trabajado cuatro años en los Internados, y platicar con al menos 400
alumnos (as) y sus respectivos padres y/o tutores, puedo decir que su
recuperación nunca alcanzo el 100%, a pesar de contar con un equipo
multidisciplinar y atender las áreas psicológicas/conductuales, el área
afectiva-social-espiritual y el área académica. En todos los casos quedo una
huella en la memoria del padre/hijo; y en el trato hacia el interior de la
familia además de las etiquetas que les pusieron sus compañeros de escuela.
La
invitación es a reflexionar sobre nuestra conducta asociada al consumo de
alcohol, somos ejemplo para nuestros hijos y alumnos; ¡Si hay consecuencias!,
los niños aprenden de lo que ven más que de aquello que les decimos.
En
mi experiencia como investigador en educación te puedo decir: ¡claro que hay
consecuencias!, los efectos del abuso de alcohol antes de los 21 años dejan
secuelas en el correcto desarrollo de la corteza frontal y posterior deterioro
de la actividad mental, el consumo de alcohol a temprana edad impide que el
cerebro alcance su plenitud.
Me
entristece cuando hablo con jóvenes quienes minimizan el consumo de alcohol, y
en algunos casos comentan con orgullo que así es en casa, ¡hay que celebrar!, y
cuando puedo verificar su falta de madurez y entrevistarme con sus padres y
revisar su historia de vida, me siento incapaz de cambiarlo.
Mi
asesor y maestro el Dr. Eduardo Cooley, médico psiquiatra, me dijo en numerosas
ocasiones, “¡no podemos salvar a todos!, pero debemos hacer lo mejor, lo que
está a nuestro alcance”. De aquí mi interés en compartir contigo compañero
maestro o padre de familia que estás leyendo esto.
Hagamos
lo que nos toca hacer a cada quien, las bebidas alcohólicas, si las puedes
evitar mejor, si no, solo consume aquellas certificadas de origen y únicamente
si tienes más de 21 años de edad. Seamos
ejemplo, infórmate y evita que los menores de edad consuman alcohol.
Un
abrazo y ánimo, recuerda que “para educar un niño hace falta una tribu”, (proverbio africano).
Atte.
Sandra.
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