Dra. Sandra Gómez
Las
contingencias sanitarias no son ajenas a nuestro ámbito; a decir de mi maestra
y mentora la Dra. María Esther Uriegas “los maestros cambian vidas”; nuestra
sola presencia al frente de un grupo hace un cambio en la forma en que los
alumnos interpretan los hechos. Los
docentes debemos seguir preparándonos para poder comunicar conocimientos a
nuestros alumnos y sus familias. Los maestros debemos ofrecer orden en la
información, claridad en los mensajes y certeza en la evaluación que nos
corresponda.
Los
maestros debemos prepararnos para el peor de los escenarios en una pandemia y
esperar el mejor de los resultados en el aprendizaje de nuestros alumnos. Mientras la Secretaria de Educación Pública,
se reagrupa y nos envía medidas precautorias (…), los docentes ya debemos tener
claro los contenidos que debemos impartir a nuestros pupilos y actuar en consecuencia.
Es
momento de auto-evaluación de nuestro quehacer. Revisar nuestras fortalezas, y
capitalizar nuestras habilidades docentes en pro de atender aquellas posibles
debilidades en el uso de herramientas (TICS) y aprendizaje por cooperación. Es
momento de trabajar de manera colaborativa y mostrar una educación que atienda
la transversalidad de los contenidos académicos. Mostrar un frente común entre los maestros de
un mismo grado académico lo que será significativo para el estudiante en
tiempos de “caos”. Anderson (1989) escribe que, los procedimientos de
aprendizaje cooperativo son superiores al mero logro alcanzado; las relaciones
que se hacen entre pares, el sentimiento de una alta autoestima unida al
desarrollo de la habilidad de trabajar juntos, fortalece carreras y amistades
que perduraran a través del tiempo. En síntesis, para dominar el aprendizaje
colaborativo debe haber una buena comunicación entre todos los involucrados
(1). De acuerdo con la Dra. Uriegas,
dentro de las características de la técnica por cooperación debe haber por lo menos
cinco elementos clave: 1. Interdependencia positiva; 2. Interacción directa; 3.
Responsabilidad individual; 4. Habilidades de colaboración; 5. Proceso grupal
(2). Trabajar con esta técnica particularmente en situaciones desconocidas,
puede resultar particularmente enriquecedor para todos los involucrados, es una
forma de aprender por descubrimiento.
Los
docentes somos un ejemplo a seguir para el alumno, de ahí que cambiamos su
vida, trabajemos en que ese ejemplo que damos, sea adecuado y le aporte a nuestro
alumno “sentido” para su desarrollo integral que incluye lo académico. A manera
de sugerencia le comparto: sin duda, los maestros debemos hacer nuestro
quehacer docente (…) aún bajo la contingencia sanitaria los maestros debemos dar
clase; debemos mantener abiertos los canales de comunicación con nuestros
alumnos; y ofrecerles certeza y apoyo académico, por ejemplo, estableciendo
horarios y/o medios de atención a sus grupos de chat.
Sin
duda estamos aprendiendo todos (…), reflexionemos acerca de la pandemia en
compañía de nuestros alumnos, sin descuidar el propósito de la materia que se
imparte. De ser necesario, canalice a su alumno a alguna red de apoyo
emocional. No es tiempo de desarticular programas académicos, sino de
consolidar contenidos y desarrollar en el alumno habilidades que le permitan el
autoaprendizaje, con apoyo de sus congéneres, teniéndole a usted como guía.
Anderson,
L. (1989). The effective Teacher, study guide and readings. Random House New York, United States of
America. pp.175-184
Uriegas,
M.E. (2004). Estrategias generales de instrucción para el apoyo del profesor.
Ediciones FICED, Tijuana B.C. México. pp.21-22
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